BBVA participará como un "jugador cualificado" en cualquier futura operación de fusión o adquisición en el sector bancario español. Así lo ha afirmado este miércoles su presidente, Francisco González, durante la presentación de resultados correspondientes al ejercicio 2015. "Estaremos ahí, tendremos gente para estudiar las oportunidades. Seremos activos, pero a medida que pase el tiempo nuestras ganas serán menores", señaló el primer ejecutivo del banco, en relación a la progresiva digitalización del sector, que hará menos atractivo la banca física.
"[El de las fusiones] Es un tema de dos, tres o incluso cuatro años; dependerá de la presión de los accionistas"
Pese a su disposición a participar, González no mostró interés por ninguna entidad concreta. Preguntado por el caso de Bankia, reconoció conocer mucho a los que dirigen la entidad nacionalizada y tener una magnífica relación con la misma, si bien no concretó si pujará por la misma cuando el Estado decida desinvertir. El presidente de BBVA insistió en que cualquier futuro proceso de consolidación y cualquier movimiento tendrán que estar "guiados por el mercado", y reconoció que no prevé que comience en un plazo corto.
"[El de las fusiones] Es un tema de dos, tres o incluso cuatro años; dependerá de la presión de los accionistas", anticipó Francisco González. En su opinión, será inevitable acudir a un proceso de mayor consolidación debido a la actual caída de la rentabilidad producida por los tipos de interés próximos a cero. "Va a poner muchísima presión en muchos equipos y accionistas. Las solución más intuitiva serán las consolidaciones, pero habrá que ver a largo plazo si son solución", señaló.
Contra las políticas "de hace 100 años"
Aunque evitó dar nombres concretos, González comentó sus preferencias políticas de cara al proceso de investidura del nuevo Gobierno. Defendió las políticas llevadas a cabo durante la última legislatura e insistió en que el "moméntum" de España estaba siendo muy positivo. Alertó por tanto sobre el peligro de que un nuevo Ejecutivo pudiera dar un giro a unas políticas que en su opinión han causado impresión a nivel internacional. "No voy a singularizar, pero espero que no crean en utopías; lo más importante es seguir creando empleo, que dará oportunidades a todo el mundo", opinó.
"Espero que el nuevo Gobierno sea realista, porque no hay atajos en la economía y algunas recetas han fracasado hace ya cien años", insistió FG, quien sin embargo no quiso mojarse respecto a si el Partido Popular (formación para la que pidió el voto en el pasado) debería abstenerse o no para facilitar un Gobierno de PSOE y Ciudadanos para evitar que los socialistas acaben gobernando con Podemos como socio.
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