Más malas noticias judiciales para la banca española. El Tribunal Supremo ha resuelto una de las cuestiones que preocupaba a gran parte del sector: la aplicación de la sentencia europea de las cláusulas suelo. Y, como adelantó este medio, ha decidido aplicar literalmente el fallo comunitario, lo que implica que BBVA, Cajamar, Abanca y el Fondo de Reestructuración (Frob) no puedan acogerse al principio de causa juzgada. El impacto estimado que afrontan por ello es de 977 millones.
El principio de causa juzgada quiere decir que si una entidad ya había sido condenada en firme (estas entidades lo fueron por el Supremo en mayo de 2013) ahora no podía modificarse dicha sentencia ni sus consecuencias. Es decir, que no tendrían que devolver lo cobrado de más con cláusulas suelo antes de 2013.
En medio de esta confusión, BBVA planteó una consulta al Supremo, que el Alto Tribunal ha respondido este miércoles: “Rechaza que concurra la causa juzgada propuesta por el BBVA”, expone el comunicado del Supremo. “En consecuencia, ha decidido confirmar la sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona que acordaba la retroactividad total”, añade.
Aun así, el tribunal habla de tres casos concretos: en acciones individuales y no colectivas; en un tipo de cláusula concreta; y en unas condiciones procedentes de Catalunya Banc. Por ello, desde el banco esperan a tener el fallo completo del Supremo y leer su letra pequeña antes de anunciar algo oficial.
Reacción
Mientras tanto, fuentes oficiales del banco señalan que se “respetará y cumplirá la sentencia del Tribunal Supremo sin reservas y en cuanto recibamos la sentencia procederemos a atender las reclamaciones”.
BBVA provisionó 577 millones a finales del año pasado para atender este posible impacto por la retroactividad total de las cláusulas suelo. Aunque reconoció que si le tocara devolver todo a todos los clientes, la cifra podría elevarse hasta un tope de 1.200 millones. Este impacto provocó incluso que se bajara el bonus de los directivos, incluido el presidente Francisco González.
La buena noticia para la banca es que el Supremo recuerda que no todas las cláusulas suelo son nulas
Por su parte, Cajamar (otra de las entidades condenadas en mayo de 2013) asumió una dotación en 2016 de 200 millones de euros por las cláusulas suelo, aunque explicando que esperaban gastar menos de esa cantidad.
El caso de Abanca es distinto. Al igual que con Cajamar, su exposición total es de 200 millones, pero cuenta con una garantía del Frob concedida en la venta de NCG Banco a Banesco. Por ello, de esos 200 millones, 170 millones le tocaría abonarlos al Estado y los otros 30 millones a Abanca.
Pero no todo son malas noticias para la banca, ya que el Supremo también resuelve un recurso por una claúsula suelo de Caja Rural de Teruel, dando la razón a la entidad porque su cláusula suelo "cumplía los requisitos de transparencia". Esto da alas a entidades como Banco Sabadell.
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