Diez de mayo de 2012. El Ministerio de Economía nacionalizaba y tomaba el control de BFA, matriz de Bankia, de forma que pasaba a tomar también las riendas de la entidad cotizada, abocada entonces a un rescate público milmillonario. La llegada a la antigua caja del todavía presidente, José Ignacio Goirigolzarri, suponía la petición de una inyección pública de unos 19.000 millones de euros, y el reconocimiento de pérdidas millonarias en los balances del banco.
Buena parte de las pérdidas de los ejercicios 2011 y 2012 se produjeron por la actualización y la puesta a precio de mercado de los activos y las carteras de participadas controladas por BFA-Bankia. El dinero público permitió provisionar estas minusvalías latentes en el peor momento de la crisis, de forma que las ventas y desinversiones posteriores podrían hacerse con beneficios o al menos con pocas pérdidas contables. Así, el Estado ha hecho caja por ejemplo con cuatro de cada cinco operaciones de venta de su ladrillo en BFA-Bankia.
Aunque la mayoría y lo más relevante del entramado societario y empresarial que conformaba el Grupo BFA-Bankia ya se ha desinvertido en los primeros tres años (Mapfre, Indra, CNBF, Metrovacesa...), a lo largo de 2015 ha proseguido la trayectora positiva para la entidad nacionalizada. Tanto que Bankia ha obtenido unos beneficios de 43,4 millones de euros vendiendo y dando de baja sus "activos no clasificados como no corrientes en venta".
Solo cuatro ventas se saldaron con pérdidas.
Así lo explica la propia entidad en un escrito de contestación remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y con fecha del pasado 6 de abril. En su respuesta a los requerimientos de la CNMV, Bankia desglosa las 12 operaciones de desinversión más importantes llevadas a cabo por el banco: 21 millones de euros por el 74,25% de Aliancia Inversión en Inmuebles Dos SL, otros 16,7 millones por un 59,74% de Aliancia Zero SL, 8,8 millones por Emerald Place... en su mayoría las ventas se saldaron con plusvalías millonarias, y apenas cuatro con pérdidas.
Más ventas en 2016
Más allá de los beneficios obtenidos por la venta de activos "no clasificados como no corrientes en venta", BFA-Bankia obtuvo en total unos ingresos de 909 millones de euros en 2015 gracias a la venta de sus participadas: Unas 220 compañías salieron del balance del grupo financiero, con lo que el mismo alcanzó unas plusvalías de 307 millones de euros.
A pesar de los cientos de operaciones de desinversión llevados a cabo por BFA-Bankia desde 2012, todavía había a finales del pasado año más de 170 empresas dentro del perímetro de la entidad controlada por José Ignacio Goirigolzarri, según explica ésta en su última Memoria Anual. Dentro de la cartera de participadas aún permanecen compañías de todo tipo: financieras, parabancarias, industriales, inmobiliarias...
"Además de las sociedades dependientes del grupo, como Bankia Fondos o Bankia Pensiones, las participaciones más destacadas eran: Globalvía (50%), sobre la que existe un acuerdo de venta, y Torre Norte Castellana", señalan desde el banco, que prevén vender dichas compañías durante este año, así como en el caso de otras firmas como Renovables Samca (donde tienen un 33%), Corporación Financiera Habana (60%) o el Grupo NAU (48,6%).
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