FCC se despide de uno de sus accionistas de mayor fuste. Bill Gates, cofundador de Microsoft y considerado desde hace algunos años como el poseedor de la mayor fortuna del mundo, ha aprovechado la OPA lanzada por Carlos Slim, el principal socio del grupo de construcción y servicios, para poner fin a una aventura que ha durado casi tres años pero que no le ha deparado ninguna alegría. Las minusvalías que Gates se apuntará con la operación se irían, en el mejor de los casos, hasta los 45,5 millones de euros.
Fuentes del mercado confirmaron la información publicada por el diario Expansión, en la que se afirma que Gates vendió sus acciones en FCC a Slim en el proceso de la OPA que puso en marcha el empresario mexicano hace aproximadamente un mes, obligado por el hecho de que su participación en el grupo había superado el 30%.
La variación en torno a las cifras de minusvalías que se ha anotado Gates viene dada porque se desconoce exactamente cuál era la participación que el inversor norteamericano poseía en FCC. Desde que en octubre de 2013 comunicara a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su entrada en el capital del grupo presidido por Esther Alcocer Koplowitz, con la adquisición de un 5,7% de las acciones, Gates no ha vuelto a dar señales de vida en el regulador del mercado. Precisamente, en el folleto de la OPA de Slim figura Gates con el mismo porcentaje de 2013 aunque el número de acciones aparece en blanco. En una nota explicativa, se recoge que “se asume que el accionista mantiene dicho porcentaje que se correspondería con un número aproximado de 21,7 millones de acciones”.
De esta forma, Control Empresarial de Capitales, el vehículo empleado por Slim para el lanzamiento de la OPA, da por hecho que el confundador de Microsoft habría acudido a las dos ampliaciones de capital que llevó a cabo FCC desde la entrada del magnate mexicano en su accionariado. De lo contrario, la participación de Gates se hubiera diluido (incluso por debajo del 3% ya en la primera ampliación) y hubiera tenido que comunicarlo a la CNMV.
Dudas en torno a la participación
En el caso de que hubiera acudido, en efecto, a las dos ampliaciones, las minusvalías de Gates se irían a los 45,5 millones de euros y la inversión total que efectuó en FCC se depreció un 22%. Sin embargo, Sin embargo, en el caso de que Gates no hubiera acudido a ninguna de las ampliaciones, las minusvalías se incrementarían hasta los 57,5 millones de euros, con lo que el estadounidense habría perdido algo más de la mitad de lo que invirtió. Cifras similares se darían en el caso de haber suscrito la primera ampliación en su totalidad pero no la segunda.
La salida de Bill Gates no ha afectado en principio a la cotización de FCC. Poco antes de media sesión, los títulos del grupo subían un 0,7%, en el día en que el Comité Asesor del Ibex debe decidir si la compañía vuelve al selectivo (fue excluida temporalmente a causa de la OPA de Slim) o si es sustituida definitivamente por otro valor.
Una vez liquidada la oferta, Slim se consolida como primera accionista de FCC, con una participación del 61,1% del capital. Por su parte, Esther Koplowitz mantiene algo más de un 20%. Precisamente, el escaso capital flotante que presenta la compañía tras la OPA sería un motivo que juega en contra de su presencia en el selectivo, aunque hubiera sido aún peor en el caso de que Gates permaneciera en el capital, ya que entonces el porcentaje de acciones que circulan libremente en el mercado se hubiera quedado en un ínfimo 10%.
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