La situación política en España tras la celebración de las elecciones generales del 20 de diciembre sigue llevando incertidumbre a los mercados. La prueba es que el Ibex-35 es, con diferencia, el índice más castigado entre los principales indicadores mundiales en el último mes, precisamente desde que arrancó la campaña electoral. Concretamente, al cierre de la última sesión, las mayores empresas cotizadas de España valen 45.067 millones de euros menos que antes de iniciarse la campaña.
El Ibex-35 se ha dejado cerca de un 9% en este periodo, justo cuando se cumple un mes desde el inicio de la campaña electoral
En las últimas cuatro semanas, los mercados internacionales han registrado descensos generalizados, afectados por factores como la subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU, que rompía así una tendencia a la baja del precio del dinero que se prolongaba por espacio de una década, y también por los comportamientos erráticos del petróleo y de las bolsas asiáticas, especialmente la China. Sin embargo, ninguna de las caídas ha sido tan fuerte como la de la Bolsa española. El Ibex-35 se ha dejado cerca de un 9% en este periodo, justo cuando se cumple un mes desde el inicio de la campaña electoral. En este mismo periodo, plazas como París, Francfort o Nueva York han protagonizado descensos inferiores al 5%, mientras que Londres ha salvado el escollo con una corrección ligeramente superior al 2%.
El sector financiero ha sido el más afectado por las prolongados caídas de la Bolsa española desde el inicio de la campaña electoral. Los retrocesos de los bancos en el parqué han sido superiores al registrado por el propio Ibex-35. Así, Popular, Bankia y Caixabank arrastran descensos de más del 14% en las últimas cuatro semanas; por su parte, Santander pierde un 13% y Mapfre y BBVA, más de un 11%.
Otros grandes valores fuera del sector financiero también han padecido las consecuencias de la incertidumbre generada por la dificultad de conformar un Gobierno estable en el país. Inditex, la mayor compañía española por capitalización bursátil, y Telefónica se han dejado más de un 10,5% en este periodo.
A la espera de novedades
Mientras, apenas cuatro del índice presentan un balance positivo. Entre ellos, destacan las compañías relacionadas con el sector del turismo como IAG, Amadeus y AENA, con moderadas subidas; el mayor avance corresponde a FCC, más de un 14%, beneficiada por el anuncio de una ampliación de capital superior a 700 millones de euros cuyo éxito está asegurado por Carlos Slim, principal accionista del grupo constructor y de servicios.
"Con este escenario, los sectores más penalizados son el bursátil y el inmobiliario. Los inversores van a esperar hasta que se conforme un Gobierno"
“Las últimas encuestas, publicadas ya en plena campaña, presagiaban un escenario complicado para la gobernabilidad, confirmado posteriormente por los resultados. Una circunstancia como esta retrae las inversiones, especialmente las que llegan del exterior”, señala un analista de banca de inversión internacional. “Con este escenario, los sectores más penalizados son el bursátil y el inmobiliario. Los inversores van a esperar hasta que se conforme un Gobierno y si éste no es suficientemente estable no sólo congelarán sus planes en España sino que es probable que los retiren”.
Fuentes del mercado señalan que la impresión general en el exterior es que España aún debe acometer algunas reformas de calado e incluso profundizar en algunas ya puestas en marcha, como la del mercado laboral. “En función del tipo de Gobierno que salga de las urnas, los inversores verán más o menos posible que se lleve a cabo un programa reformista. De esto dependerán las decisiones que tomen”, apuntan desde un banco de negocios.
¿Nuevas elecciones?
En el horizonte también está la posibilidad de que el país se vea abocado a unas nuevas elecciones en el corto plazo si ningún partido es capaz de formar Gobierno. En este caso, la espera se prolongará y se generará más incertidumbre, con lo que lo más probable es que la brecha entre el mercado español y los europeos se amplíe.
“Por el momento, los inversores son reacios a creer en un Gobierno formado por PP, PSOE y Ciudadanos debido a las amplias diferencias de planteamientos entre los dos primeros en cuestiones relacionadas con las reformas”, apuntan las fuentes. “Un Ejecutivo confeccionado por formaciones de izquierda sería mal recibido, al menos a corto plazo, por los inversores”.
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