CaixaBank no quiere quedarse atrás en el desagüe de activos inmobiliarios. La entidad catalana ha vuelto fuerte tras el verano con dos operaciones con las que quiere sacar de su balance créditos morosos y adjudicados por valor de 1.100 millones de euros.
Se trata del Proyecto Egeo, con créditos por valor de 660 millones, y el Proyecto Tribeca, con 450 millones en grandes créditos inmobiliarios, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Según las mismas fuentes, CaixaBank no ha tenido claro hasta hace algunos días si poner a la venta Tribeca o hacerlo el próximo año, dada la enorme cantidad de carteras bancarias que hay en marcha. Pero la entidad liderada por Gonzalo Gortázar prefiere arriesgar antes que quedarse rezagada frente a sus competidores, tras los pasos que están dando Santander y BBVA.
La entidad presidida por Ana Botín dio un golpe en la mesa del sector financiero al traspasar en apenas dos meses todo el ladrillo de Banco Popular al fondo norteamericano Blackstone, por 5.100 millones (el 51% de una sociedad conjunta). Por su parte, BBVA está estudiando una operación similar con Anida, para lo que contrató a PwC y que ya negocia con Cerberus, según El Confidencial.
Presión del BCE
Aunque las operaciones que ha puesto en marcha CaixaBank están lejos de las de sus principales competidores, pueden implicar que los activos problemáticos del grupo desciendan de la barrera de los 20.000 millones por primera vez en la crisis.
Esta entidad tiene actualmente (según datos de junio) créditos dudosos por valor de 14.100 millones en España (más 1.400 millones en Portugal) y activos adjudicados y créditos morosos a promotores por valor de 7.400 millones. En total, 21.500 millones en activos problemáticos, que tras la venta de estas dos carteras y con recuperaciones recurrentes podrían bajar de los 20.000 millones.
CaixaBank dudó si sacar o no el 'Proyecto Tribeca' al mercado por la avalancha de carteras que hay en marcha
CaixaBank, como el resto del sector, ha estudiado en los últimos meses la posibilidad de llevar a cabo ventas de activos de mayor envergadura, como las de Santander y BBVA. Su ratio de cobertura es del 50%, en linea con la media del sector. El regulador (BCE) lleva tiempo presionando para que se acelere el desagüe de activos problemáticos.
De las operaciones que salen ahora al mercado, el Proyecto Tribeca genera más interés entre los grandes fondos oportunistas que quieren elevar exposición al ladrillo. Componen esta cartera créditos de unos 50 acreditados con garantía principalmente residencial y en parte comercial. Mientras, Egeo tiene menor peso inmobiliario y más de consumo.
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