CaixaBank quiere rebajar su morosidad en 700 millones antes de mitad de año. La entidad catalana ha puesto en mercado su primera gran cartera de 2018, conocida como el 'Proyecto Ágora', en la que cuenta con el asesoramiento de KPMG, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
Esta cartera está compuesta por unos 150 créditos impagados de grandes empresas respaldados por activos inmobiliarios, principalmente locales comerciales y oficinas, que ocupan en torno a un 50% de la cartera. El otro 50% está en créditos respaldados por suelo industrial y algo de residencial.
El plan de CaixaBank es tener cerrada la venta de esta cartera durante el primer semestre, de forma que consolide dentro de los resultados de los seis primeros meses.
Esta operación es similar a la que ya hizo hace un año, dentro del 'Proyecto Tramuntana', de 700 millones, que compró Deutsche Bank.
Operaciones recientes
La entidad catalana ha cerrado recientemente otras tres operaciones. La más reciente, la venta de 1.500 viviendas a Testa, por 228 millones, según El Confidencial.
Además, el grupo liderado por Gonzalo Gortázar cerró a finales del pasado año la venta de dos carteras: el 'Proyecto Egeo', de 800 millones en créditos fallidos e inmobiliarios que compraron Cerberus y Lindorff; y el 'Proyecto Tribeca', de 700 millones, que vendió a D. E. Shaw, según El Independiente.
CaixaBank era a finales de 2017 una de las entidades españolas con mayor exposición inmobiliaria, tras las desinversiones realizadas por Santander-Popular con Blackstone y BBVA con Cerberus.
Las ventas puestas en marcha por Sabadell, como publicó ayer este medio, pueden dejar a CaixaBank como la entidad con más herencia inmobiliaria, salvo que decida hacer una operación similar. Los créditos dudosos en su balance en España ascienden a 13.100 millones y la exposición inmobiliaria a 6.900 millones, en términos netos.
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