La propuesta de eliminar el cambio de hora en el conjunto de la UE, formulada el pasado viernes por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha reabierto el debate sobre la racionalización de horarios en España, el cual inició Mariano Rajoy durante su período en Moncloa para defender la necesidad de que la jornada laboral termine a las 18.00 horas, al igual que en varios países del entorno. Desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) valoran el plan de Bruselas y esperan que permita avanzar en este sentido, siempre que no afecte a la productividad.
En la patronal se remiten al informe que presentaron hace unos meses, titulado 'Perspectiva empresarial sobre la conciliación de la vida laboral y familiar', en el que apelan a realizar un esfuerzo para incrementar la productividad y reducir la presencialidad en el trabajo, de cara, entre otras cosas, a que los empleados puedan abandonar su puesto lo más pronto posible cada día.
Después de escuchar los planes de Juncker, el Gobierno anunció la creación de un grupo de expertos para evaluar la conveniencia del cambio horario. En este sentido, la CEOE llama a tener en cuenta la complejidad que entraña cualquier medida que pueda modificar la rutina de los trabajadores y, por tanto, su relación con la empresa. También la dificultad de aplicarla en un tejido empresarial muy heterogéneo.
“La diversidad de sectores de actividad hace que los condicionantes sean a su vez diversos, no debiendo simplificarse o banalizarse la cuestión”, afirma. Y añade: "La importancia estratégica del turismo o la hostelería, por ejemplo, como motores de actividad en nuestro país, reflejan la complejidad de cualquier propuesta de modificación (de horarios)”.
Consenso con los sindicatos
Fuentes internas de la patronal explican que cualquier medida de este tipo debería ser determinada en la mesa de la negociación colectiva. En cualquier caso, dado que la propuesta de la Comisión Europea deberá ser aprobada por la Eurocámara, primero, y por los Estados miembros, posteriormente, no se espera que entre en vigor antes de 2020, por lo que habrá tiempo para el debate y la reflexión.
Para la patronal, es innegable que en España la jornada laboral comienza temprano, al igual que en el resto de Europa, pero termina significativamente más tarde, pese a que la productividad no es mayor. Este particular horario se explica en varios elementos culturales, como “la jornada partida, el clima, los horarios de las televisiones o el gusto por la vida nocturna”.
La globalización y la “creciente” internacionalización de las empresas hacen que la competitividad sea mayor, lo que crea todavía más “tensiones” en materia de horarios.
Por todas estas razones, la patronal cree necesario “promover el análisis riguroso y plantear cambios culturales progresivos que permitan racionalizar la presencia en el puesto de trabajo” y mejorar la conciliación entre la vida laboral y la familiar, sin que por ello se vea afectada la productividad.
Cabe recordar que, en 2016, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, aseguró que sería sencillo promover una serie de cambios para que la jornada laboral finalice a las 18.00 horas; y apostó por llevar la cuestión a la negociación colectiva. “Es bastante fácil, no hacerlo de un día para otro, pero si nos lo ponemos como objetivo, poquito a poco y adaptando los convenios colectivos, yo creo que es posible y bueno para todos", expresó, en declaraciones recogidas por EFE.
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