El incendio que arrasó el 16 de noviembre de 2014 la fábrica de Campofrío en Burgos, conocida como La Bureba, no ha tenido impacto en la cuenta de resultados del grupo de alimentación, y mucho menos en la retribución entregada a su consejo de administración. Los lacrimógenos anuncios que emite la empresa en televisión por Navidad, poco tienen que ver con la presunta alegría con la que parte de sus consejeros despidieron el año 2016.
Campofrío Food Group, líder en Europa de elaborados cárnicos, repartió entre miembros de su consejo 14,3 millones de euros el pasado ejercicio, frente a los 1,8 millones de euros con los que fue remunerado en 2015. La compañía, con la que se puso en contacto este diario la pasada semana, no ha querido precisar qué consejeros recibieron dicha cantidad ni en base a qué concepto.
El rey Felipe VI inauguró en noviembre de 2016 la nueva fábrica en Burgos de Campofrío
En las últimas cuentas consolidadas de Campofrío, a las que este diario ha accedido a través de Insight View, la compañía de alimentación, propiedad del grupo mexicano Sigma, indica que con “administradores de la sociedad dominante” existían determinados “acuerdos suscritos que podrían haber implicado la obligación de satisfacer determinadas compensaciones”. Durante el año 2016, continúa explicando la empresa en sus cuentas, “se ha reconocido el pago de algunas compensaciones”. Dicho acuerdo tuvo como consecuencia “el registro de esta obligación en el ejercicio 2016, lo que explica la variación de la remuneración (…)”.
A finales de 2013 las multinacionales Sigma (México) y Shuanghui (China) lanzaron una opa sobre Campofrío en una operación valorada en 705 millones de euros. Sigma alcanzó el 63% del capital, y el grupo chino el resto, y sacaron a la empresa de Bolsa. A mediados de 2015 Sigma adquirió el 100% de Campofrío.
El pasado mes de julio, Pedro Ballvé, que había dirigido la empresa en los últimos 32 años y que ha sido testigo privilegiado de la ida y venida de multinacionales de la alimentación en el capital de Campofrío, abandonó la presidencia del grupo fundada su padre, José Luis Ballvé, y constituida en el año 1944 con la denominación de Conservera Campofrío. Mario Páez, de Sigma, que desde 2015 ocupaba el puesto de vicepresidente, fue nombrado presidente de Campofrío.
Las cuentas de 2016 de Campofrío están firmadas por los siete miembros del consejo de administración del grupo.
313 millones
El siniestro que acabó con la fábrica de Burgos de Campofrío estaba debidamente asegurado. Meses después del incendio la compañía cerró con las aseguradoras el importe que debía recibir como indemnización, 313 millones de euros.
La compensación se dividió en daño de activo fijo, daño en las existencias y pérdida de negocio por importe de 228, 16 y 69 millones de euros respectivamente. A 31 de diciembre de 2015 los 313 millones de euros pactados como indemnización habían sido íntegramente cobrados por Campofrío.
El impacto del cobro de dicha indemnización en las cuentas de Campofrío se tradujo en un beneficio registrado en el ejercicio 2015 de 147,1 millones de euros. El pasado año el beneficio de la compañía ascendió a 55,6 millones.
En noviembre de 2016 el rey Felipe VI inauguró la nueva fábrica de Campofrío en Burgos, bautizada como Nueva Bureba, en la que la compañía invirtió 225 millones de euros.
El grupo de alimentación, que emplea a cerca de 7.000 personas, registró en 2016 unos ingresos de 1.941,46 millones de euros (1.924,8 millones de facturación en 2015).
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