Segur Ibérica, una empresa controlada en su capital por los fondos de capital riesgo MCH Private Equity y Corpfin, vive los últimos días de su existencia tras haber sido creada en 1999 -el Grupo Segur es de 1978- y haber llegado a dar empleo a más de 7.000 trabajadores. Todo ello es pasado que no volverá, después de haberse publicado en el BOE este mismo miércoles la liquidación de la empresa tal y como ha decretado el juzgado mercantil número 3 de Madrid.
El pasado noviembre se dio a conocer que la tercera empresa de seguridad privada de España preparaba un ERE para miles de personas. Tras varios meses de negociaciones, los sindicatos rebajan mucho la cifra. Se despedirá a entre 200 y 300 personas que forman parte de los servicios centrales de la empresa y de aquellos guardias de seguridad que no tenían un servicio asignado. El resto de los empleados han sido subrogados a las otras compañías de seguridad -los Prosegur, Securitas, etc.- que se han ido haciendo con sus mejores contratos. Segur Ibérica tenía clientes de raigambre como Adif, AENA, Museo del Prado y aún mantiene a Metro de Madrid o Navantia, los astilleros públicos.
Pero el caos en la compañía en estos días de liquidación es total: algunas filiales han entrado en concurso de acreedores esta misma semana -concretamente Hortus Mundi, S.L, EAS Tecno System, S.L, EAS Tecnoservice, S.L., Prosenrosa, S.L. y SPN Empauxer, S.L. y unos 50 empleados reclaman que no han cobrado sus sueldos del mes de marzo y que su situación es desesperada "ya que sólo entra este miserable sueldo en muchas casas". Algunos empleados han intentado esta semana contactar con PWC, a quien ha sido adjudicada la administración concursal de algunas de sus filiales.
"El motivo ha sido el aumento de costes"
Fuentes de la compañía consultadas por este diario han asegurado que "el ERE sólo afecta al personal que no está adscrito a ningún contrato, no trabaja de uniforme, y a la parte de la estructura afectada por la liquidación. Serán entre 200 y 300 personas, menos del 10% tal y como indicamos cuando se dijo que serían 4.000 despidos. Muchos se han subrogado a otras compañías aunque la decisión final la tomará el administrador concursal".
La compañía ha asegurado que el motivo de este concurso viene dado por la subida de costes: "Hay un porcentaje muy alto de compañías de seguridad que por la subida de convenio, por ejemplo con la cotización de plus de transporte o de vestuario, nos ha repercutido en los precios. No ha sido por la guerra de precios porque nosotros no hemos sido especialmente baratos, no nos hemos descolgado del convenio. Son los costes. El año pasado la subida de costes salariales supuso un 2,5% con un IPC negativo del 0,8%. Si el sector maneja márgenes del 5%, 6% o 7% te puedes imaginar. Los años pasados quebraron Falcon y LPM y este año van a quebrar más".
Se hunden los fondos propios
Los fondos propios de la compañía han ido desapareciendo desde el año 2010, en que alcanzaron sus máximos. Así, de los 66 millones de euros que se lograron en dicho año pasaron a 44 millones en 2011, 37 millones en 2014 y 28 en 2015. Pero curiosamente la cifra de negocio apenas ha caído en la crisis, manteniéndose muy próxima a los 170 millones de euros desde el año 2008. De igual modo, los gastos en personal, también bastante estables, no superaron los 160 millones de euros en 2015 mientras la facturación era 9 millones de euros superior.
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