El juez Juan Javier Pérez ha escuchado esta mañana en los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid las explicaciones de Jesús Bermejo, representante de Carrefour Express, en un caso contra la empresa francesa, que ha sido imputada por delitos de estafa, amenazas y coacciones tras la denuncia del exempleado Manuel Ramírez, que regentaba una franquicia Carrefour Express en Gavà (Barcelona).
El juez había aceptado el pasado mes de mayo investigar el caso, después de haber observado las pruebas presentadas por la acusación.
Según fuentes de la acusación, llevada por el despacho valenciano Themis, la defensa de la empresa francesa ha argumentado que la gestión del franquiciado fue nefasta y por ello se produjo su quebranto económico, que se calcula según la acusación en "aproximadamente medio millón de euros". Bermejo habría argumentado al juez, siempre según esta versión, que "la tienda estaba sucia, que Manuel hacía un comportamiento inadecuado, que pedía los productos que no tocaban".
Sin embargo, la acusación alega que esto es imposible, porque los pedidos funcionaban de forma automática y había muchos productos "que no necesitaban para nada y que acababa en la basura". Carrefour, que ha argumentado también que tienen 500 tiendas abiertas con 102 de ellas de emprendedores internos (tal y como era Ramírez, quien había regentado una tienda de Carrefour durante varias décadas).
De esas tiendas tan sólo habrían cerrado 3, según asegura la representación letrada de la acusación que ha dicho Carrefour. La abogada de Themis ha argumentado entonces si no tenían valor las pruebas de acceso que hacían los responsables de recursos humanos.
El juez ha conminado a la empresa a entregar de aquí a 20 días toda la documentación escrita que se hayan mandado entre ellos y la empresa. Este periódico ha contactado con Carrefour, que se ha negado a hacer ninguna declaración al respecto.
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