El empresario Ignacio Ugartetxe estaba citado la pasada semana a declarar en el juicio del caso De Miguel - la mayor trama de presunta corrupción del PNV - pero no lo hizo. Probablemente lo hará esta semana por 'videoconferencia', apuntan fuentes conocedoras de la investigación. La Ertzaintza y el propio presidente del Tribunal dijeron tener dificultades para localizarle aunque era ya sabido por muchos que él no se encontraba en el país: actualmente trabaja como 'vicepresidente de Operaciones' de la constructora ACS en Canadá. Lo pone en su cuenta de Linkedin, que no detalla cuando comenzó a trabajar para la empresa de Florentino Pérez.
En el caso De Miguel, Ugartetxe debe declarar en virtud de indicios que apuntan contra la constructora de la que fue consejero delegado, Urazca. En el juicio, la Fiscalía expuso una anotación manuscrita por una de las cabezas de la trama del caso De Miguel, Koldo Ochandiano, en la que se aludía a una posible comisión de 800.000 euros a pagarse a la trama por Urazca entre 2008 y 2009. Esta comisión era el 4% de una eventual participación de Urazca por 20 millones en la posible recalificación urbanística de Zambrana (65 millones).
Ugartetxe entró como consejero delegado de Urazca en 2003 y renunció en 2008 por la mala situación económica de la constructora. Esta última coyuntura, sumada al naufragio final de la recalificación, impidió que el abono de las supuestas comisiones se consumara. No existen pruebas directas contra Ugartetxe, aunque la responsabilidad de su cargo durante esos tiempos ha hecho que sea citado como testigo. "Es uno de los testimonios más esperados en esta fase final del juicio", apunta el periodista y experto en el caso, Iker Rioja.
Es uno de los testimonios más esperados en la fase final del juicio por el caso De Miguel"
Ugartetxe, en paralelo, fue imputado en el caso de los papeles de Bárcenas por haber realizado donaciones al PP presuntamente a cambio de adjudicaciones. En concreto, Bárcenas le identificó como la persona que donó el 21 de marzo de 2007 90.000 euros de Urazca a los populares coincidentes con un adjudicación en Madrid. Fuentes presentes en la declaración informaron entonces a Efe de que Ugartetxe aseguró que nunca pagó dinero al partido, tampoco para labores de seguridad como dijo Bárcenas de algunos empresarios, y que tan solo conocía al extesorero popular de un día.
Sí conocía, dijo entonces el empresario vasco, al exministro Jaime Mayor Oreja y al entonces ministro de Justicia y exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, por coincidir con ellos en el palco del Santiago Bernabéu. Una acusación le preguntó por la coincidencia entre la supuesta donación que figuraba en los papeles a nombre de "Ignacio Ugarteche (C. Sanz)" y un contrato que recibió su empresa días después del Ayuntamiento de Madrid por cuatro millones de euros para construir un aparcamiento, cuando normalmente contrataba en el País Vasco, a lo que que Ugartetxe respondería que entraba dentro del ámbito de actuación de su empresa.
Presidente por un año del Athletic de Bilbao
El nombre de Ugartetxe saltó por primera vez a la gran luz pública en 2003, cuando asumió la presidencia del Athletic de Bilbao por decisión de la Directiva en sustitución de Javier Uría, fallecido en junio de ese año por un cáncer de garganta.
Los estatutos del club situaban a José Ramón Odriozola, en su condición de vicepresidente primero, como el sucesor de Uria, pero éste decidió dimitir de su cargo, al igual que lo hizo el adjunto a la presidencia, Genar Andrinua, este último por "motivos familiares y personales", por lo que el cargo quedó para Ugartetxe.
El programa de televisión Bilbosport denunció entonces que Ugartexte había asumido presuntamente la presidencia de forma irregular. Para ocupar el cargo, debía ser antes uno de los tres vicepresidentes, cargo que, según la citada investigación periodística, asumió sin la necesaria ratificación de la asamblea de compromisarios del club, violando aparentemente los estatutos del club.
Ugartexte, en cualquier caso, fue ratificado como presidente en septiembre de ese año y asumió un mandato que acabó siendo breve. Pasado un año, dijo haber cumplido los objetivos que se plantearon tras la muerte de Uría y convocó elecciones anticipadas para el siguiente mes de septiembre, en las que ganaría el también economista Fernando Lamikiz.
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