De Panamá a Girona pasando por Luxemburgo. La familia Castañer, propietaria del fabricante de calzado del mismo nombre, conocido internacionalmente por sus populares alpargatas, ha dado un paso al frente y ha decidido acogerse a la amnistía fiscal del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al repatriar a territorio nacional una sociedad instrumental hasta ahora radicada en Luxemburgo y que controla el 20% de su principal empresa, Espadrilles Banyoles.
La instrumental en cuestión, Digamma International Société Anonyme, acaba de aprobar el traslado de su domicilio social a una nave en el polígono industrial La Farga, en Banyoles (Girona), propiedad de la sociedad que aglutina la mayor parte del negocio de Castañer y de la que la citada instrumental tiene un 20% del capital.
Según se recoge en la documentación oficial depositada recientemente en el Registro Mercantil del Gran Ducado de Luxemburgo, los socios de Digamma han adoptado esta decisión acogiéndose a la declaración tributaria especial que estableció la Disposición Adicional Primera del Real Decreto 12/2012, por la que el ministro de Hacienda decidió conceder una amnistía fiscal para permitir la regularización de dinero no declarado en España o el extranjero a cambio de pagar un 10% de impuestos.
Digamma International había sido constituida en Luxemburgo, un territorio de muy baja tributación fiscal, a finales de 2006 por dos sociedades panameñas, Skyline World International S. A. y Bretonia Holding S. A., con un capital inicial de 32.000 euros y la toma de participaciones en todo tipo de empresas como principal objeto social. A partir de ahora, su nombre pasará a ser el de Dygamma International Spain, S. A.
Yves Saint Laurent lanzó sus alpargatas al estrellato en los años 70
La nueva sociedad también ha aprobado el nombramiento como administradores de Antonio, Cristina y Luis Castañer Sauras. Los tres hermanos encarnan la tercera generación al mando de la empresa, fundada en 1927, aunque con más de un siglo de vinculación a su producto más conocido, las alpargatas, que en la primera mitad del siglo pasado popularizaron celebridades como el pintor Salvador Dalí o la actriz y princesa Grace Kelly.
Después de calzar a campesinos y soldados en el frente de la Guerra Civil (cuando la empresa fue nacionalizada), Castañer llegó a las pasarelas internacionales en los años 70 gracias al mítico diseñador Yves Saint Laurent, que se quedó prendado de sus alpargatas en una feria de calzado en París en la que la empresa catalana exponía sus productos, lo que dio pie a una fructífera colaboración mutua.
Con múltiples avatares a sus espaldas, incluida la entrada en concurso de acreedores a principios de los 90, tras una fallida aventura americana, y la repentina muerte del padre de los actuales propietarios, Lorenzo Castañer, en un accidente de tráfico en 1993, actualmente Castañer, que fabrica su calzado en España, vende directamente sus productos en más de una veintena de establecimientos propios (tiendas o córners en espacios comerciales) en España, Francia, Portugal, Italia y Japón, según su web.
La principal sociedad de la familia facturó en su último ejercicio fiscal disponible (cerrado en julio del año pasado) 23,8 millones de euros, casi un 7% menos, y ganó algo menos de un millón de euros, la mitad de un año antes. Consultada por este asunto, Castañer no ha hecho comentarios.
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