Samsung Electronics dijo hoy que prevé un beneficio operativo récord para julio-septiembre, noticia que quedó empañada por la decisión de su consejero delegado, Kwon Oh-hyun, de dejar su puesto en marzo, ampliando así las dudas sobre el futuro inmediato del gigante de la electrónica.
La empresa espera lograr un beneficio operativo de unos 14,5 billones de wones (unos 10.812 millones de euros/12.787 millones de dólares) para el tercer trimestre, según el informe de previsiones que publicó hoy.
Esta cifra, que multiplica casi por tres el resultado operativo de julio-septiembre de 2016 (fue un 279 por ciento mayor), supone una nueva cifra récord para el gigante tecnológico en el tercer trimestre.
La compañía con sede en Suwon (al sur de Seúl) calcula además que su facturación alcanzará en torno a 62 billones de wones (unos 46.238 millones de euros/54.700 millones de dólares), un 29,65 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
Sin embargo, este brillante rendimiento apenas generó hoy mucha euforia: menos de dos horas después de presentar su reporte financiero orientativo, la compañía de las tres estrellas anunciaba que su consejero delegado y vicepresidente de Samsung, Kwon Oh-hyun, dejaría el cargo en marzo de 2018.
Kwon es ahora mismo el timón de la compañía, la cual ha estado presidiendo de facto desde que el heredero del imperio Samsung, Lee Jae-yong, fuera detenido el pasado febrero y después condenado a cinco años de prisión por su rol en el escándalo de corrupción de la "Rasputina".
A su vez, antes de ser detenido, Lee Jae-yong ya había tenido que tomar las riendas de la compañía desde que en 2014 un infarto dejara a su padre, que aún hoy es presidente, postrado en cama y totalmente inhabilitado.
El mazazo que esto supone para el grupo quedó reflejado en la cotización de Samsung Electronics en la Bolsa de Seúl, donde hoy perdió un 1,46 por ciento.
Contratado en 1985 y nombrado consejero delegado en 2012, Kwon ha jugado un papel clave en el espectacular crecimiento que Samsung ha mostrado en el sector de los chips de memoria.
Esta es la rama de negocio que preside desde hace seis años -lapso en el que Samsung se ha convertido en el mayor fabricante de memorias del mundo- y es la que ha vuelto a tirar del carro a la hora de cuajar una hoja de resultados impecable.
Pero tal y como venían avisando los analistas desde hace meses, el excelso rendimiento de Samsung se basa en importantes gastos de capital realizados desde tiempo atrás, y el actual descabezamiento de la cúpula de la empresa, agudizado con el abandono de Kwon, plantea una incógnita sobre el rumbo inmediato de la compañía.
"Dado que nos enfrentamos a una crisis sin precedentes interna y externamente, creo que ha llegado el momento para que la compañía vuelva a empezar de cero"
El propio Kwon lo ha recordado hoy al subrayar en el comunicado en el que se anunció su renuncia que los actuales resultados "están basados en inversión realizada en el pasado".
"Dado que nos enfrentamos a una crisis sin precedentes interna y externamente, creo que ha llegado el momento para que la compañía vuelva a empezar de cero, con un espíritu nuevo y un liderazgo joven que responda a los desafíos que se plantean en la rápidamente cambiante industria de las tecnologías de la información", añadió.
"Estamos obligados a anticipar futuras tendencias y a encontrar nuevos motores de crecimiento", insistió el aún vicepresidente de Samsung Electronics, que tiene previsto presentar sus resultados definitivos para el trimestre julio-septiembre a finales de este mismo mes.
Kwon ha dicho que tiene en mente recomendar a un sucesor próximamente, una figura que deberá cargar con la responsabilidad de comandar y mantener en lo más alto al gigante empresarial más rentable del mundo.
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