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Cepsa, CIP y Maersk impulsarán el despegue del hidrógeno verde en España en 2023 con tres megaproyectos

El hidrógeno verde, que podría convertirse en el combustibl

El hidrógeno verde, que podría convertirse en el combustible de la descarbonización en la próxima década, se ha convertido en un objetivo estratégico para la Unión Europea, que estudia duplicar sus objetivos de producción hasta alcanzar los 20 millones de toneladas en 2030. España se encuentra en una situación privilegiada para liderar dentro de Europa la producción de esta revolucionaria energía verde.

El impulso del hidrógeno renovable es estratégico para el España, tal y como evidencia el hecho de que, de todos los proyectos de hidrógeno renovable a nivel mundial, el 20% se sitúen en nuestro país, solo por detrás de EEUU.

Los recientes compromisos de ayuda anunciados por la Comisión Europea vinculados al desarrollo e implantación de Proyectos de Interés Común Europeo (PIICE) de Hidrógeno Verde, unido al nuevo Plan de Seguridad Energética aprobado por el Gobierno de España, dejan clara la estrategia de Europa y de España para liderar esta nueva tecnología.

Un contexto en el que empresas españolas como Cepsa o Enagás e internacionales como las danesas CIP y Maersk serán actores claves el próximo año para impulsar el despegue del hidrógeno verde en nuestro país con el desarrollo de megaproyectos alineados con la estrategia de España de descarbonización de la economía y de transición energética justa, así como con la hoja de ruta del hidrógeno verde, avanzando en el cumplimiento del compromiso común de descarbonización de los sectores productivos en la Unión Europea.

La cartera de estos megaproyectos suma más de 7 GW de potencia instalada de electrolizadores, por encima del actual objetivo del Gobierno de alcanzar los 4GW en 2030, un objetivo a priori poco ambicioso dado el volumen de proyectos en marcha y que podría llevar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a revisar al alza la meta de hidrógeno renovable prevista para 2030 en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

Valle andaluz

Con una inversión de 3.000 millones de euros en Andalucía, el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde de Cepsa impulsará la descarbonización de la industria y del transporte pesado terrestre, aéreo (SAF) y marítimo, logrando una reducción de 6 millones de toneladas de CO2.

La compañía generará 10.000 puestos de trabajo – cerca de un millar directos, además de indirectos e inducidos – para poner en marcha dos nuevas plantas, con una capacidad de 2 GW y una producción de hasta 300.000 toneladas de hidrógeno verde en su Parques Eólicos de Campo de Gibraltar (Cádiz) y Palos de la Frontera (Huelva).

El proyecto irá acompañado de una inversión adicional de 2.000 millones de euros destinada al desarrollo de una cartera de proyectos de 3GW de energía eólica y solar para generar la energía renovable necesaria para la producción del hidrógeno verde. Además, la compañía colaborará con otros productores de energías renovables en Andalucía y del resto de España para promover la integración de estas nuevas plantas en el sistema eléctrico.

La planta de Huelva se ubicará junto al Parque Energético La Rábida y se pondrá en marcha en 2026, alcanzando el máximo de su capacidad en 2028. La instalación de Cádiz se situará en el Parque Energético San Roque y entrará en operación en 2027.

Proyecto Catalina

El proyecto liderado por CIP, el inversor especializado en infraestructura renovable greenfield más grande del mundo, en consorcio con empresas como Enagás Renovable y Fertiberia, instalará 2GW de electrolizadores en Aragón para la producción de hidrógeno verde que contribuirán a la descarbonización, entre otras zonas, del Levante español, donde se encuentran algunas de las industrias con más consumo energético y de hidrogeno del país, tales como refinerías, productores de fertilizantes o fábricas azulejeras.

Con una inversión superior a los 8.000 millones y la creación de cerca de 10.000 puestos de trabajo en Aragón y 900 en Valencia durante las fases de construcción y explotación, el proyecto Catalina suministrará hidrógeno con un bajo impacto medioambiental a través de un hidroducto de más 220 kilómetros de longitud que conectará la rica zona en recursos renovables de Teruel, donde se ubicaran tanto los activos de generación como la industria asociada a los electrolizadores, con las zonas industriales de Sagunto y Tarragona.

Catalina está en fase avanzada de desarrollo. La primera fase del proyecto, que estará operativa comercialmente a finales de 2027, contará con 1GW de energía eólica y solar fotovoltaica conectados a un electrolizador de 500 megavatios (MW) que producirá más de 50.000 toneladas de hidrógeno verde al año. Esta fase incluye igualmente la construcción de una planta de producción de amoniaco en Sagunto que utilizará el hidrógeno verde para producir amoniaco verde que posteriormente será utilizado para la fabricación de fertilizantes.

El resto del proyecto entrara en operación de forma secuencial a partir de esa fecha para estar plenamente operativo en 2030, cuadruplicando la producción de la primera fase hasta cerca de las 200.000 toneladas de hidrógeno verde al año, (40% del consumo actual de hidrógeno gris (originado con combustibles fósiles) en España, actualmente situado en tono a las 500.000 toneladas anuales) suficiente para contribuir a la descarbonización de las industrias aragonesas y levantinas.

Se trata por tanto de un proyecto pionero a nivel global para la producción de hidrógeno y amoníaco renovables a gran escala y el desarrollo de soluciones innovadoras para el transporte de hidrógeno a los centros de demanda a través de una infraestructura sostenible, que proporcionará una vía para la descarbonización de la industria española.

Hidrógeno verde

Maersk ha anunciado la puesta en marcha de un nuevo proyecto de producción de hidrógeno verde y biocombustible para el sector marítimos en España. Un megaproyecto de 10.000 millones de euros, con dos grandes plantas de producción ubicadas en dos zonas portuarias de Andalucía y Galicia para la producción de dos millones de toneladas de metanos verde para 2030, que contribuiría a consolidar la ventaja de los puertos españoles en el nuevo escenario mundial, ya que la descarbonización del sector obligará a las empresas a reconfigurar sus rutas para garantizar puertos seguros que puedan suministrarles los nuevos consumibles verdes. La iniciativa podría generar cerca de 85.000 empleos, de los que 5.000 serían directos.

El acceso a fuentes renovables es crítico para garantizar el éxito verde de este proyecto, por lo que Maersk deberá promover o establecer acuerdos con múltiples operadores de parques solares y eólicos para abastecerse de un total de 4.000 megavatios, producidos a lo largo de todo el país.

La empresa, que ya ha avanzado en los estudios iniciales, avanzará hasta junio del año próximo en los detalles finales del proyecto con el objetivo de impulsar su desarrollo a partir de mediados de 2023. El proyecto cuenta con tres fases: alcanzar las 200.000 toneladas en 2025, contar con la primera planta totalmente operativa, con una producción de un millón de toneladas en 2027 en una de las dos comunidades (aún por definir) y poner en marcha el segundo centro inmediatamente después con el objetivo de alcanzar los dos millones de toneladas de metanol verde en 2030.

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