España no levanta cabeza y eso se nota en el estado de ánimo de la gente, en sus bolsillos y en cómo cada uno canaliza su felicidad/tristeza. Y el consumo de cerveza es un claro testimonio de cómo está la gente. Con seis millones de parados más otros tantos millones trabajando pero con sueldos de miseria y una ciudadanía harta de ver cómo políticos y empresarios de todo pelaje se llevan crudo el dinero público, ni las economías familiares ni los ánimos están para muchos excesos.
De ahí que el desplome en el consumo de cerveza en el segundo trimestre haya sido aún mayor que en el primer trimestre del año. Según los últimos datos actualizados del sector, entre abril y junio el mercado español absorbió (y bebió) 8,43 millones de hectólitros de cerveza, un 4,5% menos que los 8,83 millones consumidos en el mismo trimestre de 2012.
Esta fuerte caída contrasta con una bajada más moderada del 2,3% en el consumo de esta refrescante bebida en el primer trimestre, cuando se colocaron en el mercado 6,45 millones de hectólitros. En el conjunto del semestre, la bajada fue del 3,59%, cerrándose con 14,88 millones de hectólitros.
La crisis y la mala situación de las economías familiares, además de las fuertes subidas de impuestos aplicadas por el Gobierno de Rajoy, han dado al traste con cualquier atisbo de recuperación del consumo en general, y del de cerveza en particular.
Al contexto económico y social hay que unir el prolongado invierno de 2013 (sirva de ejemplo que la sierra de Madrid ha tenido nieve hasta finales de junio, algo no visto en muchos años) y el mal comportamiento del consumo en Semana Santa precisamente también por la mala climatología y el menor turismo por la crisis.
Ni en sus peores sueños el sector cervecero esperaba que mayo y junio fuesen tan 'invernales', después de un primer trimeste del año y una Semana Santa fríos y lluviosos
El sector esperaba que el buen tiempo llegara en el segundo trimestre para compensar la caída del primero, pero ni en sus peores augurios se esperaba unos meses tan fríos y lluviosos como este año han sido mayo y junio, hasta el punto de que se abrió el absurdo debate de si este año habría o no verano.
Además, otro elemento que destaca el sector cervecero para explicar el desplome del consumo es que en 2013 no hay ni habrá un gran evento deportivo como Eurocopa, Mundial u Olimpiadas. Y eso se acusa en las ventas de cerveza.
También se ha consolidado en el segundo trimestre la tendencia arrastrada ya de años anteriores de que sube el consumo en los hogares y cae en los bares y restaurantes, por la causa única y exclusiva de la crisis económica.
En 2013 no habrá Mundial, Eurocopa u Olimpiadas, lo que asesta un varapalo adicional a la caída del consumo de cerveza
Los últimos datos oficiales, de 2012, confirman que aunque la hostelería es el canal mayoritario de venta de cerveza, la caída del consumo fue del 4,5%, frente al 3,5% que subió en los hogares. El pasado año, cada español bebió de media unos 47,5 litros en los doce meses.
Pero lo peor puede estar aún por llegar en este triste 2013. Sobre el alcohol blando (vino y cerveza) sigue planeando el fantasma de la subida de impuestos. El verano ha llegado por fin y con fuerza, pero las previsiones del turismo interno para el periodo estival no son especialmente halagüeñas. Sí lo son en lo referente a la entrada de turistas extranjeros, que podrían compensar en parte la fuerte caída del consumo nacional.
Mientras tanto, el sector cervecero sigue enfrascado en su lucha con las grandes superficies por la presión a la baja de los precios. La única vía de salvación del sector para este año es la buena evolución de las exportaciones. Aún no hay datos oficiales, pero en 2012 crecieron un 25%, lo que compensó en buena parte la caída del mercado interior.