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Galán se postula como sustituto de Alierta al frente del lobby empresarial del Ibex

César Alierta ha dejado la presidencia de Telefónica y también va a dejar ese mismo cargo en el Consejo Empresarial para la Competitividad, el lobby creado por 15 grandes compañías y entidades para influir en Moncloa. El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ya está moviendo sus hilos para alzarse con el liderazgo del Consejo después de que tanto Juan Roig como Pablo Isla hayan declinado la invitación de Alierta de ocupar ese cargo.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, apuesta fuerte en la revuelta arena política, en un momento en el que todo parece apuntar a que habrá nuevas elecciones generales en junio. El poderoso y agresivo ejecutivo salmantino ha puesto sus ojos en el sillón presidencial del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), el lobby que crearon las principales sociedades del Ibex 35 y de la Empresa Familiar en 2011 y que en breve se quedará sin su principal impulsor y actual presidente, César Alierta.

El empresario zaragozano deja hoy mismo la presidencia de Telefónica, en un consejo de administración que nombrará a José María Álvarez-Pallete máximo ejecutivo de la operadora de telecos. Alierta se quedará como consejero de Telefónica y dirigirá la Fundación, pero ha decidido colgar las botas en el Consejo Empresarial que con tanto ahínco puso en marcha cuando aún gobernaba Zapatero.

El problema ahora es encontrar un sustituto del nivel e influencia que ha tenido el ejecutivo aragonés y que consiga tener línea directa con Moncloa

El problema ahora es encontrar un sustituto del nivel e influencia del ejecutivo aragonés. Según varias fuentes consultadas por Vozpópuli, Galán se ha postulado para ocupar el puesto que quedará vacante, un puesto de marcado cariz político y cuyo ocupante ha de tener línea directa con Moncloa, sea quién sea su inquilino.

Según las fuentes internas del Consejo Empresarial consultadas, Galán no es un candidato de consenso, pero por ahora es el único candidato que parece decidido a ocupar el puesto.

Alierta, según estas fuentes, ofreció el cargo hace unas semanas a Juan Roig, presidente de Mercadona, y a su amigo Pablo Isla, presidente de Inditex. Los dos declinaron la invitación.

Sin embargo, el reputado presidente de Iberdrola, compañía que mañana celebra su junta de accionistas en Bilbao, ha visto la oportunidad que se le presenta. Galán había vuelto por sus fueros en los últimos meses al adoptar un perfil público mucho más político, después de que a principios de 2014 saliese escaldado por enmendarle la plana al presidente Mariano Rajoy desde Londres.

Galán dijo que la política energética del Gobierno había provocado que Iberdrola “se sienta hoy más británica, mexicana o estadounidense” que española.

Tras el 'no' de Roig e Isla, Galán emerge como candidato, pero no goza del consenso entre sus compañeros de lobby

El Gobierno y sus medios afines se lanzaron a la caza del directivo, que desde entonces había mantenido un perfil bajo. Hasta que a principios de este año resurgió de sus cenizas y de la mano del asesor áulico Luis Abril, en medio de la incertidumbre por la falta de Gobierno y cuando Alierta apuntaba ya su marcha, Galán volvió a jugar sus bazas en la escena política, con vistas a tratar de liderar el lobby empresarial que nació para intentar influir en las decisiones del inquilino de la Moncloa, haciendo sombra al papel que tradicionalmente jugaba la patronal CEOE.

Esta misma semana, el presidente de Iberdrola ha aprovechado los magnos actos que la compañía está celebrando en Bilbao antes de la junta para fijar una clara posición política ante tanta incertidumbre.

Galán dijo a la Cadena Ser que "volver a votar no sería un drama", algo que las fuentes consultadas interpretan no sólo como la asunción por parte del directivo de que Pedro Sánchez no conseguirá formar gobierno, sino también que unos nuevos comicios podrían clarificar el panorama y deparar el fortalecimiento del PP y de Ciudadanos tras el fracaso de PSOE y el posible castigo electoral a Podemos.

Aún así Galán advirtió de que la incertidumbre actual "puede demorar o anular decisiones de inversión que redunden a corto plazo en creación de empleo y a largo plazo en el mantenimiento del Estado del bienestar".

Poco habla el presidente de Iberdrola últimamente de los temas energéticos y el conflicto de las renovables, que tantos de sus discursos rellenaron. Su posición ahora es más la de un líder empresarial preocupado por su país y dispuesto a arrimar el hombro en Moncloa.

Pero en el Consejo Empresarial, algunos le miran con recelo. El lobby lo forman Telefónica, Acciona, ACS, Santander, BBVA, El Corte Inglés, Ferrovial, Grupo Planeta, Iberdrola, Inditex, La Caixa, Mango, Mapfre, Mercadona, Repsol y las empresas Barceló, Editorial Prensa Ibérica y Osborne, en representación del Instituto de la Empresa Familiar. Según las fuentes internas consultadas, Galán no goza por ahora del consenso mínimamente necesario para ocupar el puesto que va a dejar vacante Alierta.

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