"Hace unos 20 años, unos chinos intentaron por primera vez plantar olivos en su tierra. Hicieron todo como había que hacerlo, pero cuando llegó el momento de la verdad, los árboles no les dieron flores. Y es que no es tan fácil como parece", comenta un directivo de una gran embotelladora de aceite española sobre el 'peligro amarillo'. Informaciones que llegan desde el país asiático hablan de que hay intención de plantar 59 millones de olivos en la provincia de Shaanxi una superficie similar a toda la provincia de Jaén. ¿Competencia para España, el primer productor del mundo?
Fuentes olivareras consultadas por este diario se muestran bastante escépticas sobre esta posibilidad, dado que las condiciones climáticas y de terreno no son propicias. En China el aceite de oliva está ganando a cientos de adeptos cada día por sus propiedades saludables. Su consumo se ha triplicado desde 2008 pese a ser este un producto exótico para el súbdito chino medio, acostumbrado a otras grasas más nocivas como la palma o el cacahuete. España controlaba un 60% de su mercado en 2013.
Nicolás Chica, miembro del sindicato agrario UPA, ha estado hace escasamente un mes en Pekín invitado por empresarios chinos en España que quieren fomentar la importación de aceite: "Ellos hicieron un compromiso de llegar a una autosuficiencia de alimentos del 95% pero han visto que es imposible. No pueden llegar a ese nivel de producción y además tienen gente de clase media que se posicionan y exigen comer una serie de alimentos de calidad que antes no tomaban". Los datos dicen que China sólo produce 5.000 toneladas al año frente a 1,2 millones en España. Sin embargo consume unas 40.000 toneladas (España medio millón). La apuesta por la autosuficiencia parece difícil por ahora.
En 2014 el Gobierno chino, a través de su empresa Bright Food, compró la italiana Beria, la tercera marca más vendida en USA. En Girona adquirieron Miquel Alimentació. Pekín quiere "fomentar la cocina mediterránea entre los chinos" dándole un matiz aspiracional que aporte estatus social.
El propio gobierno chino quiere fomentar la cocina mediterránea
UPA ha formalizado un acuerdo con Pekín, asegura Chica, "para facilitar información de proveedores de una serie de productos a cambio de flexibilizar toda la transacción comercial". China es un gran importador de productos alimentarios por usar sus propias plantaciones para generar combustible". Les interesa aprender a sacar partido a plantaciones olivareras, entre otras.
Demanda disparada
Por su parte Juan Luis Ávila, productor jienense y portavoz de COAG, asegura llevar escuchando la posibilidad de que China haga una gran plantación olivarera desde hace muchos años. Sin que haya pasado de ser un rumor por ahora. Incluso aunque lo lograran, asegura, es mucho mayor el ritmo al que crece la demanda.
Por eso los chinos, si algo hacen, es comprar cada vez más aceite en origen. A granel desde siempre, y últimamente también embotellado. Importan también de Italia o de Australia en grandes cantidades. Y a través de Berio, ganan conocimiento del producto y su cultura. Hasta donde llevarán esta nueva pasión, es algo que está todavía por ver.
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