El grupo naviero chino Cosco Shipping, uno de los mayores del mundo, ha encontrado en la crisis de la estiba en España una oportunidad no sólo para hacerse fuerte en el país sino incluso para dominar el comercio marítimo de todo el Mediterráneo.
La compra del 51% del operador Noatum la asegura el control del puerto de Valencia, el segundo de España por tráfico de mercancías. Los problemas derivados de la reforma del sistema de estiba han precipitado la salida de algunos accionistas de Noatum, lo que ha aprovechado Cosco para hacerse con el que hasta ahora era el máximo rival de su gran apuesta europea: El Pireo.
Adquirido a un estado griego arruinado por la crisis económica, el puerto ateniense supuso para Cosco la primera gran pica en el Mediterráneo para la que ahora ha encontrado un complemento ideal.
Pero la estrategia de la naviera china va más alla porque aspira a adjudicarse la futura nueva terminal del puerto de Algeciras, un proceso que se ha visto retrasado también por los problemas de la estiba. Visiblemente castigado por esta crisis, Algeciras reforzaría más la posición de privilegio de Cosco en un enclave tan estratégico como el Mediterráneo.
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