Tras cinco años de abandono, de concurso de acreedores, de cientos de millones de euros de Caja Castilla La Mancha dilapidados en un aeropuerto fantasma, el viernes 19 de junio iba a ser la fecha en la que al aeródromo de la localidad manchega se le abría la posibilidad de iniciar una nueva vida con la subasta en la que se vendería al mejor postor. Las empresas interesadas en participar en el proceso tenían hasta el jueves a las 15 horas de plazo para presentar aval de dos millones de euros. Sin embargo, los potenciales postores recibieron el jueves por la tarde una notificación judicial que ha despertado entre ellos el temor de que el proceso este viciado.
A última hora del jueves la administración concursal y el juez valoraban anular la suspensión de la subasta anunciada horas antes dado el revuelo
De acuerdo a la diligencia comunicada por el juzgado mercantil número 1 de Ciudad Real, a la que ha accedido Vozpópuli, serían tres las empresas que habrían presentado aval (en la diligencia se asocian tres números a las ofertas, que no se identifican). La diligencia, firmada por el secretario judicial, Gregorio Pérez Fernández-Mayorales, explica que el pasado 12 de junio la administración concursal de CR Aeropuertos, la empresa propietaria del aeródromo, en concurso necesario y en proceso de liquidación, presentó un escrito puntualizando condiciones específicas sobre el proceso "que no han podido ser conocidos por los posibles postores con la antelación establecida" por lo que se acuerda "la suspensión de la subasta". A última hora del jueves, el juez y la administración concursal valoraban anular la suspensión de la subasta anunciada unas horas antes dado el revuelo que la decisión generó en las redes sociales, según las fuentes consultadas.
Dichas puntualizaciones advertidas por uno de los administradores concursales al juzgado, Francisco Pérez Pérez, se refieren a la posibilidad que tendría el ganador de la subasta de adquirir terrenos de uso industrial adyacentes al aeropuerto por un precio que oscilaría entre los 30 y 45 millones. Se trata de una medida tomada para incentivar el proceso de subasta, ya que a mayor precio ofrecido por el aeropuerto, menor coste tendría la compra de dichos terrenos. Sin embargo, en lugar de ser una medida incentivadora ha resultado ser una extraña jugada para entorpecer el proceso, en opinión de fuentes cercanas a las empresas que habían presentado el aval requerido.
La diligencia que determina la suspensión de la subasta se acoge al supuesto hecho de que el escrito de la administración concursal presentado el pasado día 12 no había sido publicitado de forma conveniente para que las partes interesadas tuvieran noticia. "¿Pero cómo que no?", comentan fuentes cercanas a las compañías que preveían participar en la subasta el viernes, "si ese escrito está en internet, si lo hemos visto todos, salió a través del TSJ, todo el que tenga internet puede acceder al mismo, claro que ha sido publicitado", dicen. "Podían haber comunicado esas precisiones de la administración concursal el mismo día 12, pero lo han hecho justo cuando han visto que había postores, nos hemos enterado a las cuatro de la tarde [del jueves]", lamentan.
En los últimos años el juzgado mercantil de Ciudad Real a cargo del concurso del aeropuerto ha recibido ofertas variopintas que han sido rechazadas por no cumplir los requisitos. Se han publicado ofertas de grupos árabes, ingleses, chinos, pero ninguna seria. "Hemos llegado a recibir una oferta avalada por un banco de Islas Vírgenes" comentaban esta semana fuentes del juzgado mercantil de la localidad.
"Han recibido todo tipo de ofertas fantasma y justo cuando reciben unas que cumplen con los requisitos suspenden el proceso, ¿qué está pasando aquí?", se preguntan las fuentes empresariales consultadas. "¿Es que tiene esto ya nombre y apellidos?". Las empresas que han presentado aval han tenido "que trabajar mucho en la oferta, convencer a inversores, presentar aval de dos millones, y cuando lo hacemos suspenden el proceso", dicen, mostrando su temor de que la dilación sea aprovechada por otro inversor para presentar una oferta distinta. "Se han cambiado las reglas en mitad de la partida, ahora se da una oportunidad a un tercero cuando nosotros nos hemos acogido a los plazos marcados por el juez", advierten.