Todos los ojos de las finanzas mundiales siguen posándose en Deutsche Bank. El gigante bancario alemán no logró alcanzar un acuerdo este pasado fin de semana con el Departamento de Justicia (DoJ) estadounidense para rebajar la sanción de 14.000 millones de dólares (unos 12.500 millones de euros) impuesta por la comercialización de cédulas relacionadas con las hipotecas basura.
Tal y como ya contó este diario, la imposición de una multa de ese calibre superaría con creces las provisiones atesoradas por DB, lo que obligaría al banco a recapitalizarse, con fondos privados o públicos, lo que explicaría la inestabilidad registrada durante estas semanas. A pesar de que este lunes el valor en bolsa de la entidad repuntó un 3,4% ante la intención de la compañía de realizar una ampliación de capital, los mercados están lejos de saber qué ocurrirá a medio plazo con el primer banco alemán que, a falta de una solución definitiva, sigue aproximándose a la petición de un rescate, un escenario que no descarta prácticamente ningún analista. Estas son las principales claves que explican el terremoto que vive uno de los mayores gigantes financieros globales.
- Una multa demasiado grande. Incluso para un gigante como Deutsche Bank, la multa de 14.000 millones de dólares impuesta por las autoridades estadounidenses supone impacto en la línea de flotación de la entidad, que atraviesa desde hace meses un momento de crisis y revisión de su propio modelo de negocio. El banco alemán tiene provisionados unos 5.500 millones de euros para litigios, que corren el riesgo de ser insuficientes a no ser que la multa del DoJ sufra un recorte muy sustancial. "Incluso una sanción muy menor sería preocupante, ya que pensamos que los 5.500 millones pueden ser insuficientes para cubrir todos los procesos legales abiertos", tal y como advierten los analistas de Scope Ratings.
- Ayuda del BCE. Este lunes, el Financial Times informaba de que el BCE y la EBA habrían permitido a Deutsche Bank ciertas licencias para mejorar sus resultados en los pasados test de estrés de julio. En teoría se pasaron dichas pruebas con la solvencia intacta, pero según FT se permitió al gigante teutón mejorar su posición de capital al incluirse en su resultado una venta de activos que todavía no estaba concluída. En concreto, se trataba de la venta de un 19,99% de la compañía china HUA Xia por un total de 25.700 millones de yuanes el pasado 28 de diciembre, si bien la transacción no se completó hasta pasado ya 2015.
- Rivalidad Alemania-EEUU. Las autoridades estadounidenses no parecen tener la intención de aflojar en sus pretensiones de sancionar a DB con una multa récord. Y es que al otro lado del Atlántico no olvidan la sanción impuesta por Bruselas a Apple, de unos 13.000 millones de euros, y que sentó muy mal a la administración Obama. Ahora es Merkel y su equipo los que critican a Estados Unidos, en lo que cada vez más analistas consideran una guerra financiera subterránea.
- Inversores privados... La posibilidad de que DB necesite recapitalizarse es cada vez una posibilidad más cercana. Por el momento, la opción que se baraja como más plausible es la de reforzar la solvencia del banco con una ampliación de capital que estaría soportada en su mayoría por los principales accionistas de la entidad y las grandes compañías alemanas. Una ampliación de capital de entre 5.000 y 6.000 millones de euros, tal y como señalan los analistas de Bankinter, supondría una fuerte dilución de los actuales accionistas del banco. Pero es que las grandes compañías del DAX alemán a día de hoy tienen inmensas bolsas de liquidez de las que una parte podría ir a recapitalizar el mayor banco del país. De no hacerlo, corren el riesgo de que un rescate público pudiera imponer un bail in que a su vez penalizara las múltiples inversiones y depósitos establecidos por la gran empresa germana en su principal entidad financiera. Es decir, que salvar a DB entrando en su ampliación de capital (algo similar a lo que se planteó en la salida a Bolsa de Bankia) sería una operación que buscaría evitar algo aún peor.
- ...O rescate público. La posibilidad de un rescate público, por su parte, parece improbable con Merkel en el poder. Tras años de criticar los rescates llevados a cabo en otros países como España, Grecia o Portugal, la canciller no se podría permitir un bail out milmillonario en Deutsche Bank sin sufrir por ello una fuerte caída de su reputación, según han publicado medios alemanes.
- Venta de activos ya en marcha. Más allá del rediseño de la estrategia global del banco, la entidad está embarcada en un proceso de venta de activos con el fin de obtener ingresos extra. Entre las operaciones que se barajan está la venta del Postbank (adquirido en 2010) así como otro tipo de carteras y activos en poder del banco. Según FT, Deutsche Bank podría ingresar hasta 8.000 millones de euros vendiendo por ejemplo su división de gestión de activos.
- Críticas del FMI, que exige ajustes. En su último informe sobre el sistema financiero alemán, el FMI apuntaba al imprescindible ajustes de la banca y las cajas germanas. Y es que pese a las críticas surgidas en el país centroeuropeo respecto a las políticas de tipos bajos del BCE (que habrían lastrado las cuentas de resultados), lo cierto es que existe un problema generalizado de rentabilidad en la banca de Alemania. Y DB no es ajeno a este problema. Incluso más, desde el Fondo Monetario Internacional se apunta a un problema más profundo, de gobernanza, detrás de los malos resultados y la proliferación de multas y escándalos.
- Un foco de riesgo sistémico. El propio FMI, como ya hiciera en su momento con Bankia en 2012, alertó recientemente que Deutsche Bank es hoy por hoy un contribuyente mayoritario de "riesgo sistémico" en las finanzas mundiales. Lo es por su tamaño, por expansión global y por su interconexión con otros gigantes financieros teutones como Allianz o Commerzbank. Esto ha llevado al organismo presidido por Cristine Lagarde a reclamar planes claros de intervención en caso de que ésta fuera necesaria.
- Golpe a la confianza. Los mercados ni mucho menos se han cerrado para DB, si bien éstos cada vez reclaman mayores intereses por sus emisiones. Tanto que la prima de riesgo se ha duplicado en el último año, según ha publicado Bloomberg. La entidad colocó 3.000 millones de euros en deuda senior no garantizada, pero no sin aceptar pagar un sobrecoste de 300 puntos básicos, exigencia de los inversores internacionales. En un entorno de decreciente rentabilidad en los modelos de banca tradicionales, las cada vez mayores exigencias para sufragar la captación de recursos supone un golpe más contra la viabilidad del banco alemán.
- Ajustes este mismo trimestre. Para restablecer la confianza, y más allá de posibles inyecciones de capital (público o privado), la dirección de DB está preparando y acelerando la puesta en marcha de cambios estructurales y organizativos para los próximos meses, según ha publicado Reuters.
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