Inmobiliaria Colonial no tendrá fácil obtener un buen precio por la participación en su filial francesa Société Fonciere Lyonnaise (SFL). La compañía española, que ha puesto en el mercado su activo más preciado para afrontar con garantías el proceso de refinanciación de su deuda, se ha encontrado con unas primeras estimaciones de oferta muy a la baja debido a la situación actual del mercado inmobiliario francés, con los precios de los alquileres cerca de máximos.
La compañía con sede en Barcelona decidió poner a la venta SFL, de la que controla algo más de un 50%, después de que la intentona de Grupo Villar Mir por inyectar dinero a Colonial a través de una ampliación de capital quedara en nada. En este caso, también influyó la valoración de SFL, que fue el factor que echó atrás al banco brasileño BTG Pactual, aliado de Villar Mir para llevar a cabo la operación.
A los responsables de BTG Pactual no les convenció la situación del mercado inmobiliario francés, del que tanto depende Colonial, dado que la rentabilidad de los alquileres en París, donde se encuentra la mayoría de los inmuebles que SFL tiene en cartera, se encuentra en zona de mínimos. La entidad financiera brasileña estimó que no es el mejor momento para entrar en el mercado galo por lo que desistió de su apoyo a Villar Mir para afrontar la operación.
Colonial se está topando con esta circunstancia también al tratar de buscar inversores para colocar la participación en SFL, que cuenta con un valor de mercado aproximado de 950 millones de euros. Las estimaciones de precios recibidas por Colonial no están respondiendo a las expectativas, se encuentran notablemente por debajo del precio de mercado.
La debilidad de Colonial
Además de las circunstancias del mercado francés, los potenciales compradores también tratan de aprovechar la difícil circunstancia que atraviesa Colonial, pendiente del proceso de refinanciación y con su filial de activos de residencial y suelo (Asentia) arrastrando una elevada cifra de fondos propios negativos.
La compañía española no cuenta con demasiado tiempo para articular la tercera refinanciación que lleva a cabo desde 2008, cuando La Caixa tomó el mando efectivo de la inmobiliaria, pese a contar sólo con un 5% del capital, y situó a Juan José Bruguera (presidente) y Pere Viñolas (consejero delegado) a los mandos.
El tiempo que Colonial emplee en tratar de colocar SFL lo gana Grupo Villar Mir para volver a la carga e intentar entrar en la compañía. “Terminará culminando la operación porque Juan Miguel Villar Mir no es de los que dejan los asuntos a medias: lo que empieza, lo concluye”, señala una fuente del sector.
El papel de los gestores
Después de que BTG Pactual decidiera retirarle su apoyo, Villar Mir está replanteándose la manera de acometer la operación. Tampoco está encontrando precisamente facilidades en Colonial, cuyos responsables ya se han encargado de rechazar oferta de fondos de inversión dispuestos a adquirir la compañía, fondos que llegaban de la mano de alguno de las entidades financieras extranjeras que prosiguen atrapadas en la compañía y que son, al mismo tiempo, accionistas y acreedores: Royal Bank of Scotland, Commerzbank y Calyon.
“Le está dando vueltas al modo de hacerlo pero acabará entrando. Considera que éste es el momento óptimo para moverse, de ahí que haya ejecutado la ‘operación Canalejas’ y la adquisición del 15% de Abertis a cambio de concesiones”.
Mientras, Colonial sigue buscando una cifra próxima a 500 millones de euros aunque sin malvender activos. Una ampliación de capital que sobrevuela la compañía desde hace prácticamente tres años y que no termina de llegar.
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