El AVE privado de Air Nostrum se ha encontrado con un contratiempo en el camino: la batalla judicial emprendida por el Ministerio de Fomento para que ninguna empresa ponga en marcha nuevos trenes de alta velocidad hasta 2020. Ese año está previsto que se produzca la liberalización del transporte ferroviario de viajeros en España y, aunque la UE permite desde 2010 prestar el servicio internacional y el plan de la compañía valenciana consiste en llevar pasajeros desde Madrid hasta Montpelier, el departamento de Íñigo de la Serna considera que la idea “no es aceptable”.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia está pendiente de dar el visto bueno al proyecto presentado por Air Nostrum, aunque sus fuentes internas reconocen que el expediente ha quedado paralizado hasta que la Audiencia Nacional se pronuncie al respecto de las medidas cautelares solicitadas por el Ejecutivo.
Cabe aclarar que Fomento no ha torpedeado directamente el proyecto de Intermodalidad de Levante S.A. -filial de Air Nostrum-, sino que ha recurrido la metodología elaborada por la CNMC para regular el transporte internacional de viajeros por ferrocarril.
En concreto, el regulador de la competencia determinó el pasado septiembre que para que una línea de alta velocidad sea considerada como transporte internacional -y no doméstico, aún no liberalizado- sus trenes deberán recorrer al menos el 20% del trayecto fuera de España y conseguir el 30% de sus ingresos y transportar al menos a 3 de cada 10 viajeros más allá de la frontera.
Fuentes cercanas a Air Nostrum consideran que este trámite no debería demorarse durante más de unas semanas, por lo que esperan que no condicione los planes de la compañía. En la CNMC, creen que las medidas cautelares solicitadas por Fomento “no tienen mucho sentido” y serán rechazadas por la Audiencia Nacional, puesto que lo único que pretenden es frenar la prestación de un servicio que no incumple ninguna normativa.
El proyecto que quiere poner en marcha entre Madrid y Montpelier tendría dos frecuencias al día y los trenes realizarían paradas en Zaragoza, Barcelona, Perpiñán y Narbona.
No obstante, en el recurso que presentó el ministerio ante el tribunal se incide en que la resolución de la CNMC es irregular, dado incumple la normativa europea, que afirma que, hasta 2020, este tipo de servicios ferroviarios con paradas intermedias no deben utilizarse para abrir rutas interiores de transporte de viajeros.
El Gobierno también cree que Competencia se ha extralimitado en sus funciones, puesto que la potestad de regular el ferrocarril le corresponde al Ministerio de Fomento y, “con posterioridad, a las Cortes Generales”, según explicaron a este periódico fuentes cercanas a este departamento.
“Una apertura apresurada repercutiría en el propio viajero, que se podría enfrentar a improvisaciones en los planteamientos de los servicios, que derivarían en servicios mal planificados e incorrectamente soportados en un sistema que no puede improvisar sus recursos”, añadieron estos informantes.
El proyecto de Air Nostrum
Air Nostrum cuenta desde diciembre de 2016 con la licencia de ADIF para prestar el servicio de alta velocidad en España. El proyecto que quiere poner en marcha entre Madrid y Montpelier tendría dos frecuencias al día y los trenes realizarían paradas en Zaragoza, Barcelona, Perpiñán y Narbona. Cada trayecto duraría 5 horas y 57 minutos, según detalló el digital Valencia Plaza.
Renfe también opera esta ruta en cooperación con la empresa pública francesa SNCF (Elipsos Internacional), con parada en la Ciudad Condal.
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