La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha vuelto a poner sobre la mesa el tema que quizá más polémica ha generado dentro y fuera del organismo durante sus cuatro años de existencia: el de la economía colaborativa. Después de un tiempo en el que el debate ha estado suspendido, los consejeros del regulador han comenzado a trabajar en un informe que incluirá una serie de recomendaciones sobre las reglas que deben cumplir empresas como Uber, Cabify o Airbnb, según han explicado a Vozpópuli fuentes internas.
El dictamen que emitirá la CNMC a este respecto no será vinculante, pero “servirá al legislador de guía” para desarrollar las posteriores leyes sobre estas nuevas formas de economía, con gran impacto en actividades como el turismo o el transporte de viajeros y alquiler de vehículos con conductor.
El Pleno del organismo deberá decidir en las próximas semanas si en el documento definitivo se proponen medidas de protección del taxi o la hostelería tradicional; o si, por el contrario, se pide que las nuevas leyes sectoriales no impidan el desarrollo -bajo ningún concepto- de estos nuevos modelos de negocio. En el Consejo existen diferentes opiniones a este respecto, han precisado fuentes conocedoras de este órgano.
Cabe recordar que, en marzo de 2016, la CNMC publicó un informe titulado 'Resultados preliminares – Estudio sobre la Economía Colaborativa-' en el que se destacaba que el impacto que estas actividades tiene actualmente en España es menor que en otros países. “El Reino Unido acoge el 10% de los negocios de economía colaborativa a nivel mundial, más que la suma de esta actividad en Alemania, Francia y España conjuntamente. Estados Unidos es el país que alberga al mayor número de startups de economía colaborativa”, exponía.
Autobús, taxi y apartamentos
El documento -que causó un incendio en el organismo, pues se publicó sin el conocimiento de la mayoría de sus consejeros- proponía acabar con el régimen concesional en el sector del autobús, salvo en el caso de las líneas deficitarias. En cuanto al taxi, apostaba por eliminar cualquier restricción de acceso que suponga la imposición de numerus clausus a la oferta de taxis y vehículos con conductor VTC.
También pedía la supresión de las licencias territoriales de taxi, en cuanto a que crean barreras geográficas innecesarias. Asimismo, apostaba por eliminar determinados requisitos para el transporte en vehículos con conductor, como los relativos a las dimensiones mínimas del vehículo, la potencia mínima, la antigüedad máxima, la limitación a modelos concretos de vehículo o el equipamiento mínimo.
Sobre los apartamentos turísticos, aconsejaba que no tuvieran la obligación de inscribirse en un registro, así como la eliminación de cualquier requisito de estancia mínima o de equipamiento. En este sentido, hay que recordar que la CNMC llevó a los tribunales a Madrid, Castilla y León, Galicia y Canarias por aprobar normativas con “obstáculos injustificados” para empresas como Airbnb.
Lo que está fuera de toda duda es que esta 'nueva economía' se ha desarrollado en pocos años y ha obligado a los legisladores y a los organismos reguladores de todo el mundo a actuar con demasiada celeridad. Precisamente, una parte del Consejo de la CNMC apuesta por “ser prudente” a la hora de tomar decisiones sobre la economía colaborativa ante el impacto que han tenido sobre las principales ciudades españolas empresas como Airbnb o Uber.
Sin ir más lejos, Airbnb cuenta con más de 200.000 alojamientos turísticos en España, es decir, más que la suma de todas las grandes empresas del sector hotelero. Del efecto que han ocasionado estas empresas de alquiler de apartamentos hablaba un informe elaborado en por Ernest & Young, que advertía del encarecimiento de los alquileres que ha tenido lugar en los cascos urbanos de determinadas ciudades como consecuencia de la imparable expansión de esta actividad.
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