José Moreno Carretero se convirtió hace unos días en el segundo accionista de Sacyr tras incrementar su participación en la compañía hasta algo más del 11%. Sin embargo, el movimiento no se ha articulado a través de la compra de acciones sino a través de una operación de derivados, de marcado carácter especulativo, que se conoció este miércoles y por la que Moreno apuesta por una subida de las acciones de la empresa en los próximos cuatro años, lo que podría reportarles notables beneficios, aunque minimizando al máximo los riesgos en el caso de que la jugada no le salga bien.
El incremento de participación de Moreno Carretero, que tenía declarada anteriormente una participación de algo más del 5% en Sacyr, se conoció hace unos diez días a través de los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por entonces, la comunicación hablaba de la compra de varios paquetes de acciones, entre los que destacaba uno de 26 millones de títulos, adquirido en bloque a un precio de 2,5 euros por acción. Junto con el resto de operaciones de compra, éstas sí en el Mercado Continuo, la inversión de Moreno Carretero se hubiera ido por encima de los 78 millones de euros.
Sin embargo, la operación de compra del paquete de 26 millones de acciones no se ha llevado a cabo a través de una adquisición al uso. En realidad, la transacción asciende a 40 millones de títulos de Sacyr, que representan casi un 7,8% del capital, y ha sido articulada a través de un contrato de derivados con Citigroup, que este miércoles afloraba una participación en la compañía por este porcentaje en los registros de la CNMV.
La comunicación revela que Beta Asociados, la sociedad que canaliza la participación de Moreno en Sacyr, ha desembolsado realmente 10,7 millones de euros por el paquete de 26 millones de títulos mencionados anteriormente, en concepto de prima del instrumento derivado.
Este producto establece un precio de ejercicio de 2,50 euros por acción a ejecutar entre noviembre de 2018 y julio de 2021 y permite a Moreno Carretero liquidar el derivado bien mediante la entrega física de las acciones (que entonces sí pasarían a su propiedad), bien mediante la diferencia entre el precio de cotización en el momento del ejercicio y el fijado como referencia, esto es, los 2,50 euros.
Apuesta alcista
Una apuesta claramente alcista por parte del consejo de la compañía, toda vez que la jugada le saldrá más redonda cuanto más suba la acción de Sacyr (aunque, eso sí, deberá repartirse los beneficios con Citigroup, que asume buena parte del riesgo).
En el caso de que las acciones de la compañía sufrieran un desplome durante el periodo del ejercicio de los derivados, los efectos quedarían minimizados por la estructura del derivado.
El incremento de participación de Moreno Carretero despertó algunos rumores sobre una posible batalla accionarial en la compañía, que han quedado en parte despejados por el marcado carácter financiero de la operación. Lo cierto es que el consejero podrá ejercer los derechos políticos de esas acciones otorgadas por los derivados, lo que le convierte en relevante para cualquier movimiento en este sentido.
La cercanía de la junta de accionistas de Sacyr, que tendrá lugar la próxima semana, también despertó algunos comentarios, toda vez que la posición del presidente de la compañía, Manuel Manrique, quedó debilitada a finales del pasado ejercicio debido a que su participación se redujo por debajo del 2%, frente a algo más de un 6% que conservaba debido a ejecuciones bancarias.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación