Los proveedores de la constructora Megaria, encargada de la reforma de la sede de la CNMV, denuncian que la empresa no ha hecho frente a las deudas que tiene con ellos a pesar de haber percibido ya del regulador bursátil casi la totalidad del coste de la obra.
Una de las empresas a las que se ha dejado de pagar alrededor de 80.000 euros es Partiziona. Su director gerente, David Serrano, asegura que Megaria “pretendía coger el dinero de la Administración y no pagar a nadie”. Contactada por este medio, Megaria no ha aportado su versión de los hechos. Otras de las firmas afectadas por el impago es Arlex, que tiene pendiente de cobro unos 380.000 euros. Un portavoz de la firma asegura que la empresa constructora ya ha presentado un concurso voluntario de acreedores, “por lo que no vamos a ver ni un duro”.
¿Demasiado barato?
El coste total de la reforma es uno de los puntos en los que critican la adjudicación de la reforma a Megaria por delante de otras empresas. Algunos de los proveedores consideran que se produjo una “baja temeraria” ya que el presupuesto de la obra era de 3.451.581 euros y se adjudicó por 1.680.730 euros, un 48% menos, y que la CNMV tenía que haber sido más cuidadosa a la hora de elegir la firma adjudicataria. Desde el regulador explican que la adjudicación se ha realizado con toda transparencia, en un proceso en el que se presentaron 76 empresas y ninguna de ellas ha recurrido la adjudicación. Aseguran que la adjudicación se hizo siguiendo todos los procedimientos legales y con total transparencia.
En Partiziona denuncian que este impago a empresas puede provocar sucesivos cierres de compañías en cadena. Por su lado, Enrique de la Puerta, socio, junto a Borja de Borbón, de la empresa Neabranding, también afectada, pide que se movilice el regulador para intentar un arreglo, señalando que “es verdad que legalmente la CNMV no tiene ninguna responsabilidad legal con nosotros, pero moralmente sí”. Incluso llega a calificar de “calamitoso” el control del supervisor de las empresas con las que contrata, en unas declaraciones fruto de la desesperación.
Sin embargo, la CNMV asegura que Megaria “cumplía con la solvencia económica y técnica que marca la ley” y que además, a petición del regulador bursátil, “justificó que podían ofrecer el servicio que se les iba a adjudicar”. De la Puerta asegura que Megaria “tenía un déficit permanente” y que iba pagando a los proveedores de sus obras “cuando conseguía nuevos clientes”.
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