El Grupo Correos espera el visto bueno del Gobierno para cerrar la que será su primera operación de compra en el exterior. La empresa pública que preside Javier Cuesta espera desde hace meses la autorización del Consejo de Ministros a la adquisición de dos sociedades domiciliadas en Portugal.
La compra de esas dos sociedades lusas fue aprobada por el consejo de administración de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), accionista único de Correos, el pasado 20 de diciembre y está a la espera de la preceptiva autorización gubernamental que establece el artículo 12.5 de la Ley 5/1996 de Creación de determinadas entidades de Derecho Público.
Fuentes de Correos dicen que el retraso en el visto bueno del Consejo de Ministros no es un tema “crítico” para la operación, sobre la que declinan dar detalles, tanto sobre la identidad de las sociedades que va a adquirir el grupo como sobre el importe de la compra, que es el primer paso de uno de los cinco pilares de su último plan estratégico: la internacionalización de su actividad.
Su plan estratégico contempla aumentar la presencia del grupo en Europa, Latinoamérica y China
Su Plan de Acción, presentado en diciembre de 2012, incluye acciones para aumentar la presencia del grupo en Europa, Latinoamérica y China, "habida cuenta del fenómeno imparable de desarrollo de las operaciones comerciales a través de la red, en un mundo cada vez más globalizado".
Correos entiende que Portugal es su mercado de expansión natural "y ofrece una interesante oportunidad para crear un mercado ibérico de paquetería, que responde a lo que nuestros clientes quieren: un único interlocutor para la admisión y distribución de sus envíos en toda la Península".
Los planes de internacionalización de Correos al otro lado de la frontera fueron desvelados en octubre pasado por el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
De las palabras de Aguirre, que auguró "buenas noticias si nos fijamos en alguna operación que se está gestando en Portugal", se coligió un posible interés de Correos en la privatización de su homóloga lusa, CTT, que entonces encaraba su recta final.
Pero el grupo español se autodescartó de la puja, culminada en diciembre pasado con la venta del 70% de la empresa portuguesa a través de una colocación en bolsa que permitió al Estado luso ingresar cerca de 519 millones de euros. Fue una operación forzada por la Troika junto con otras desinversiones en empresas públicas, como las de REN (homóloga de REE), ANA (aeropuertos) y EdP (electricidad).
Excluido el servicio universal, única actividad que no está liberalizada y que seguirá en manos de CTT hasta 2020, en el sector postal portugués operan, según datos del regulador local (Anacom), cerca de sesenta empresas, entre las que están Cronopost, CTT Express (filial de la empresa lusa), DHL, FedEx, Ibercorriere, Logista, Rangel, TNT, UPS, Vasp y Tourline Express, marca española de CTT.
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