La mayor empresa pública del país por número de empleados, Correos, vuelve a primera línea informativa a apenas 20 días de las elecciones autonómicas y municipales con paros parciales y una huelga 'general' convocada por sus cuatro sindicatos mayoritarios: CC OO, UGT, Sindicato Libre y el sindicato de funcionarios CSIF. El motivo de estas negociaciones es la exigenciade un nuevo convenio colectivo que mejore la situación de los trabajadores. Algo que para la compañía postal, inmersa en un proceso gigante de reestructuración, no es ahora mismo prioritario. Por ello, los sindicatos ya prevén un 'caos postal' para este lunes, incluso temiendo casos de enfrentamiento entre los piquetes y la policía como ya se produjeron en las últimas movilizaciones de noviembre, cuando un representante sindical fue detenido.
La conflictividad parece asegurada ya que el Consejo de Ministros ha facultado al Ministerio del Interior para tomar medidas extraordinarias con intención de garantizar el servicio postal. No debemos olvidar que nos encontramos en plena campaña de voto por correo y que todos los ciudadanos que lo desearan deberían tener el derecho de acudir por ejemplo este lunes a una oficina para solicitar el voto por correo. Este derecho por el momento no está garantizado ya que el Ejecutivo tampoco ha establecido servicios mínimos, según fuentes sindicales. Por tanto, la incertidumbre ante lo que pueda pasar este lunes es grande.
Sin un solo despido en la crisis
Correos lleva al menos cinco años de recorte de plantilla aunque los propios sindicatos han de reconocer que no se ha hecho ni un solo despido en este periodo. "Nuestra condición de empresa pública nos obliga a ser especialmente cuidadosos con el empleo", aseguran desde la empresa, donde cifran la caída del negocio en un 42,5% en cartas y paquetería en estos siete años, mientras que la plantilla 'sólo' ha bajado un 23%. Para no despedir, la compañía integrada en la SEPI ha optado por no cubrir las plazas de jubilación.
Correos ha recortado 11.000 empleos en esta legislatura, y 15.000 en los últimos 5 años sólo a base de no reponer las jubilaciones
Ahora bien, ¿hasta cuándo puede estirarse el chicle? Según la empresa, la caída de la actividad ha sido tan grande que aún hay margen para continuar con este proceso. Según los sindicatos, la carga de trabajo ya es tan grande que no la pueden soportar. Pocos de nosotros recordaremos la última carta que enviamos, aunque seguro que muchos hemos recibido en los últimos tiempos paquetes en casa obtenidos sobre todo tras compras en internet: el e-commerce, aún minoritario en España, es el clavo ardiendo al que se agarra la empresa pública para justificar su existencia de aquí a unos años. Sus departamentos relacionados con el comercio electrónico cogen cada vez más protagonismo, queriéndose aprovechar de la llamada 'capilaridad' de su red.
Beneficios en 2013... y 2014
"En 2013 y 14 ha subido un 20% el número de paquetes entregados", dicen desde la compañía, "y los ingresos por paquetería y marketing directo han crecido un 5%". Sin embargo, el derrumbe del correo postal desde que empezó la crisis ha sido tal que el grupo sigue estando con el paso cambiado.
Podría pensarse que con esta situación, Correos estaría dando pérdidas millonarias. Sin embargo, sea por el artificio contable que sea, no está siendo así. La sociedad presidida por Javier Cuesta Nuin mejoró en 2014 sus beneficios de 2013, cuando ganó 48,4 millones. Para 2014, los beneficios serán mayores. Los ingresos extraordinarios están siendo muy importantes en estos resultados, y muy singularmente la venta de inmuebles. En 2013, Correos identificó 110 inmuebles a vender, de los que se han colocado más de 40. Los ingresos entre ambos años superan los 3 millones de euros sólo en este aspecto.
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