Han pasado ya más de 13 meses desde que el Gobierno argentino decretase la expropiación del 51% de YPF a Repsol y las posiciones entre la Casa Rosada y la petrolera española no pueden estar más alejadas.
La última andanada que prepara la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner y su equipo de Gobierno se escenificará este jueves en la junta de accionistas que celebrará YPF en Buenos Aires, continuación de la que fue suspendida el 30 de abril por falta de acuerdo en la mitad de los puntos del orden del día.
Lejos de tender puentes entre YPF y Repsol con vistas a una salida negociada al conflicto, los asesores de Kirchner, con su viceministro de Economía Axel Kicillof al frente, han dado la orden al directorio de la petrolera argentina para que aproveche la asamblea anual para denunciar que Antonio Brufau, presidente de Repsol, ha pagado a sus ejecutivos honorarios por encima de los establecidos por YPF.
Esto, según la argumentación que maneja la Casa Rosada con la información facilitada por YPF, ha provocado el vaciamiento de la caja de la petrolera argentina y es una de las causas de la mala situación financiera del grupo.
YPF, por orden de Kirchner, acusará este jueves en la junta a Brufau y su equipo de cobrar en 2011 unos 6,4 millones de euros en sueldos, muy por encima de lo permitido por la compañía
Fuentes empresariales argentinas consultadas por Vozpópuli señalan que hace ya varios días que los medios afines a la presidenta Kirchner vienen calentando la junta con esta estrategia: acusar a Brufau y a sus directivos de confianza en YPF, con Antonio Gomis a la cabeza, de haber cobrado hasta 44 millones de pesos (6,4 millones de euros) en sobresueldos sólo en 2011.
Los representantes del Estado en YPF, además, propondrán este jueves que la compañía presidida por Miguel Galuccio denuncie a Brufau por daños y perjuicios provocados en el patrimonio de la petrolera con estos supuestos sobresueldos.
Las fuentes argentinas consultadas califican esta nueva ofensiva de Kirchner como una forma de desviar la atención ante la grave crisis energética y de tesorería que sufre Argentina y, por extensión, la petrolera YPF, que necesita urgentemente una inyección financiera para comenzar a trabajar sobre el yacimiento no convencional de gas y petróleo de Vaca Muerta. Sin embargo, otras fuentes alertan sobre la posibilidad de que los altos ejecutivos de YPF cuando estaba controlada por Repsol se saltaron las limitaciones impuestas por la junta de accionistas y se fijaron sueldos superiores a los permitidos.
Fuentes cercanas a Repsol no dan importancia al nuevo frente que quiere abrir Kirchner en la guerra con Repsol, después de que el consejo de la petrolera española rechazara de plano la propuesta de negociación que la presidenta entregó a Isidro Fainé, presidente de La Caixa y vicepresidente de Repsol.
El Gobierno argentino se ofreció a compensar a Repsol por la pérdida de su 51% en YPF dándole entrada con un 20% en una sociedad controlada por el Estado argentino e YPF. Esta sociedad tendría derecho a explotar sólo un tercio de Vaca Muerta. Repsol, por su parte, sigue pidiendo 10.500 millones de dólares por su 51% expropiado y consideró esa oferta una pantomima, lo que provocó un enfrentamiento entre Brufau y Fainé, su accionista de referencia.
Según el informe de Gobierno corporativo, Brufau cobró por asistir a los consejos de YPF durante 2011 unos 85.000 euros
Estas fuentes recuerdan que el sueldo cobrado por Brufau por sus funciones ejecutivas en YPF se ha publicado año tras año en el informe de Gobierno corporativo. En 2012, por ejemplo, Brufau y Luis Suárez de Lezo (consejero-secretario del consejo de Repsol) cobraron 20.000 euros cada uno por asistir a los consejos de YPF hasta que fue expropiada en abril de 2012. Y en todo 2011, los dos directivos cobraron en torno a 83.000 euros cada uno, según el informe de gobierno corporativo.
La información sobre los sueldos del resto de directivos españoles en YPF no figura en los informes de gobierno corporativo.
La incógnita que se abre para este jueves es si Galuccio comulgará con ruedas de molino o se atreverá a enfrentarse desde la presidencia de YPF a los emisarios de Kirchner. Galuccio es un firme defensor de una salida negociada con Repsol y, como buen conocedor del negocio petrolero, sabe que la única forma de poner en valor Vaca Muerta es contar con un socio internacional fuerte y con músculo financiero. Ya sea Repsol, Chevron (ya ha firmado un principio de acuerdo con el gigante petrolero estadounidense) o cualquier otra compañía que traiga fondos a YPF para explotar Vaca Muerta.
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