1 de agosto de 2016. La situación de Banco Popular atraviesa aparente normalidad y estabilidad, tras la ampliación de capital de 2.500 millones de junio. Pero lejos de ello, el mexicano Del Valle preparaba el asalto al poder dentro del banco, con todas las armas a su disposición. Incluido el Opus Dei, la prelatura ligada a algunos directivos, consejeros y accionistas del banco.
Así figura en un correo interno de Popular al que ha tenido acceso este medio. En el mismo, se refleja la conversación que tuvo Miguel Ángel Moral, secretario general técnico, con Emilio Saracho, entonces vicepresidente mundial de JPMorgan.
Esta reunión, fijada a petición de Ángel Ron, se hizo para tantear la información que tenía Saracho sobre las intenciones de Del Valle, que ya había tenido un choque frontal con Ron por no dejarle aumentar su participación en la ampliación. En la cúpula del Popular había sospechas de que los mexicanos trabajaban con JPMorgan y que Saracho estaba al tanto de sus intenciones.
Moral describe en el correo parte de la reunión con Saracho: "Él mismo saca el tema del accionista locuaz [Del Valle]. Le han recomendado que en lugar de buscar un banco busque un abogado, porque lo que está haciendo es susceptible de ser demandado... y es lo que ha hecho, contratarlo. Habla con todos [Del Valle], como sabemos, y utiliza la palabra "campaña" para referirse a sus actuaciones".
Conexión Calderón
Saracho se desligó de esta campaña insistiendo, según refleja el correo, en que su relación con Del Valle era "circunstancial" y que prefería "estar al margen". Reconoció, eso sí, que habló con el accionista mexicano sobre una posible fusión Popular-Sabadell. Es aquí donde entró en escena el Opus Dei: "Ha preguntado [Del Valle] también por vías de llegada a otros accionistas, y también al "jefe del OD [Opus Dei]"".
Fuentes cercanas al antiguo consejo de Popular relatan cómo Del Valle hizo acercamientos uno a uno con casi todos los consejeros, sin mucho éxito. Hasta que, apuntan, un "importante empresario" le presentó a la consejera independiente Reyes Calderón. Desde algunos círculos se apunta a Borja Prado. La conexión entre Del Valle y Calderón fue total, y el mexicano tuvo en ella a una aliada en la guerra para tomar el control, que pasaba por derrocar a Ron. No así con otros consejeros ligados a 'la Obra', que se mantuvieron del lado de Ron hasta el fin, algo que ha provocado un distanciamiento de Calderón con, por ejemplo, la Universidad de Navarra.
Las mismas fuentes explican que, como banquero de inversión, Saracho intentaba hacer negocio con todas las partes: el equipo gestor de Popular, sus accionistas y potenciales entidades a fusionar.
Eso sí, las relaciones con Ron se habían enfriado después de que JPMorgan quedara fuera de la ampliación tras un informe negativo de su equipo de análisis, en el que detectaba un agujero de provisiones de 6.685 millones. Meses antes, Saracho había sugerido a Ron que cesara a su consejero delegado, Francisco Gómez, porque su equipo "estaba quemado".
Tras las conversaciones de julio, Calderón-Del Valle impulsaron la guerra en el consejo y consiguieron que Ron se diera por vencido en diciembre, sucediéndole Saracho. Ahora, la batalla del consejo se ha trasladado a los tribunales, con los Del Valle reclamando 470 millones al Gobierno español y diciendo que hubo un amaño -estatal, en el que podría estar involucrado Saracho- para entregar el banco a Santander. Otro capítulo más en la historia del trío que marcó el final del banco: Ron-Del Valle-Saracho.
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