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Deóleo acabará con rémoras del pasado: aún recibe el 45% de las facturas a mano

El plan de reestructuración de la empresa rechaza realizar innovación a la vez que elimina relaciones aún provenientes de la antigua SOS Cuétara.

Deóleo surgirá como una nueva compañía tras la reducción de capital que se llevará a cabo tras la junta de accionistas, después de haber caído en causa de disolución y de un ERE que acabará con 65 puestos de trabajo. La empresa aún ostenta el 10,5% de la cuota marquista mundial en aceite de oliva, según sus datos, pero los recortes en la histórica fábrica de Carbonell en Alcolea (Córdoba) dejan una realidad muy diferente a la anterior. Las remodelaciones, explicadas en un documento interno al que ha tenido acceso Vozpópuli, eliminarán rémoras del pasado que la empresa aún mantenía.

Por ejemplo, sorprende que la mitad de las facturas recibidas estuvieran aún hechas a mano, tal y como reconoce la empresa. "Actualmente en torno al 45% de las facturas (considerando los pedidos fuera de EDI y las facturas sin pedido) se registran y contabilizan de forma manual, lo que genera una elevada carga de trabajo: las facturas entrantes son escaneadas y contabilizadas manualmente (unas 13.500 de proveedores anuales no automáticas en España, lo que aproximadamente supone 56 facturas al día). Con el nuevo sistema, estas facturas serían automáticamente contabilizadas. Deóleo recibe 28.000 facturas de proveedores en España al año, realizando 360 pagos manuales y 185 automáticos al mes sólo en España. "Al definirse un proceso más eficiente de gestión de facturas y pagos se ahorrará tiempo dedicado a la revisión y gestión de incidencias", asegura el informe de la empresa.

Desde la empresa se ha asegurado que el motivo de que aún se reciban tantas facturas de forma analógica es la gran cantidad de proveedores pequeños que se tienen. La compañía cuenta con más de 200 y, aunque ahora buscan relaciones comerciales a largo plazo a las que se les puede exigir las facturas de una determinada manera, en los últimos años han tenido un grave problema con las compras, reconocido por rivales del sector y por el propio nuevo CEO de la compañía, Pierluigi Tosato, quien adquirió las funciones de máximo responsable de compras cuando tomó posesión de la compañía en septiembre, destituyendo a los anteriores responsables que había traído el anterior CEO, hoy en Coca-Cola España, Manuel Arroyo.

Relaciones aún con Cuétara

Deóleo también eliminó el 31 de diciembre los análisis que realizaba para dos empresas externas: Cuétara y Herba, para lo que tenía asignados a dos analistas. Se trataba de una actividad que ocupaba a su analista de productos full time y al de microbiología con un 60% de ocupación. Estas actividades no eran rentables y quedaban muy lejos de su posición estrategia, y ambos provenían de la época de SOS Cuétara. Estas marcas pertenecen hoy a Ebro Foods (Herba) y a Adam Foods (Cuétara).

La compañía tardó bastante en racionalizar las marcas y referencias que venía heredando tras las diversas fusiones que juntaron en el grupo SOS a Koipe, Carbonell u Hojiblanca para luego añadir marcas italianas como Bertolli, Carapelli o Sasso en la época de Jesús Salazar. Deóleo tenía el año pasado más de 2.000 referencias de las cuales solo 100 se vendían, según denunció Arroyo. Esta falta de racionalización logística ha penalizado mucho los resultados de la compañía, de quien se aseguraba que entre que compraba el aceite caro y que logísticamente no había logrado unas economías de escala aceptables, llegaba a perder dinero por cada botella que vendía de ciertas marcas. Arroyo eliminó estas referencias, lo cual tampoco ha resultado ser la panacea al perder la multinacional un volumen muy necesario cuya desaparición se ha notado mucho en 2016.

Por otra parte, llama también la atención como la empresa elimina sus 9 puestos de refinería de la fábrica de Carbonell, al igual que el envasado de salsas y vinagres. De los 24 puestos de trabajo en estas áreas salen 24 personas. La compañía externalizará el refinado a empresas especialistas.

Tecnología "obsoleta"

La propia compañía recoge en este informe interno que la obsolescencia de muchos de sus procesos ha sido responsable de la "falta de competitividad" que la ha lastrado. Sirva como ejemplo la planta de Andújar (Jaén) con una "tecnología obsoleta por lo que su proceso actualmente no es eficiente ni rentable". Como ejemplo de esta obsolescencias serviría el registro de las facturas de clientes, que aún no se había realizado a pesar de estar hablando de 40.000 facturas en España y 21.220 cargos.

Por otra parte, la empresa también ha pedido un trabajo a la consultora ARS Outplacement, que gestionó en 2015 6 de los 10 ERE más grandes, con participación en reestructuraciones para Indra, Orange, Pc City, Darty, o Bodybell. ARS ha realizado un proyecto de acompañamiento para los perfiles profesionales y su reconversión hacia el autoempleo si es necesario.

La empresa tira la toalla temporalmente tanto en publicidad como en innovación

Por último, Deóleo tira la toalla, al menos temporalmente, tanto en publicidad como en innovación. En publicidad elimina su puesto de story telling, que diseñaba las campañas de publicidad y comunicación de los productos de la compañía respondiendo a "una dotación presupuestaria muy limitada". En innovación la empresa elimina su especialista en desarrollo de productos. Lo justifica diciendo hay que "limitar los proyectos de innovación y desarrollo de nuevos productos, centrándose en aquellos más viables". La legislación actual es muy restrictiva y no permite añadir por ejemplo aditivos al aceite de oliva virgen extra, quedando las innovaciones prácticamente solo para el envasado.

La compañía, no obstante, asegura que no abandona la innovación, aunque sí que la externaliza como tantas otras áreas.

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