Deutsche Bank España perdió 68 millones de euros en la conocida como Operación Tag, acordada el pasado mes de octubre, y que consistió en la venta de una cartera de préstamos fallidos y activos inmobiliarios por 430 millones de euros, al fondo Oaktree. El resultado negativo de la operación ha reducido drásticamente el beneficio de la entidad, que ha pasado de 91,4 millones de euros en 2015 a 5,7 millones en 2016.
La operación consistió en la venta de una cartera crediticia que incluía "una serie de préstamos que ya habían sido reconocido como fallidos" y activos adjudicados. El banco reconoce en su último informe financiero anual que la venta "ha supuesto un impacto negativo en la cuenta de resultados de 68,1 millones de euros". De esa cantidad, 40,4 millones corresponden a la venta de la cartera crediticia y 4,7 millones a la venta de inmuebles adjudicados.
Parte de la venta de los inmuebles acordada se ha firmado durante el primer trimestre de este año 2017. Se trata de activos ubicados en Cataluña que tenían un valor bruto en libros del grupo de 7 millones de euros, y que finalmente se han vendido por 4,4 millones. El resto de los activos inmobiliarios tenían un valor en libros de 29 millones, y el precio de venta ha sido muy inferior, 8,1 millones.
La Operación Tag ha tenido además un coste adicional de 23 millones de euros para Deutsche Bank España. Los gastos derivados de la venta han ascendido a 8,1 millones, y los relacionados con la adecuación de la plantilla a la nueva estructura ha supuesto un importe de 14,9 millones de euros.
Prejubilaciones
En 2016 Deutsche Bank España prejubiló a 108 empleados, frente a 24 prejubilaciones en 2015. La entidad explica en sus últimas cuentas que el importe de las pensiones causadas, 155 millones de euros, se corresponde con los compromisos por pensiones causadas con el personal jubilado y con el personal prejubilado, y que dichos compromisos están "asegurados o bien provisionados en fondo interno". El pasado año el banco provisionó 13,9 millones para prejubilaciones.
Deutsche Bank anunció el pasado mes de marzo su intención de vender su negocio minorista en el país. En España la entidad da servicio a más de 700.000 clientes y cuenta con cerca de 2.600 empleados.
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