ING ha presentado este jueves su esperado plan para que sus clientes puedan sacar dinero de sus cuentas evitando las comisiones que les cobran los cajeros. Tal y como informó este diario en mayo, el banco neerlandés ha cerrado para ello una alianza con supermercados y gasolineras, concretamente con el Grupo DIA y con las tiendas de las petroleras Shell y Galp. En total, serán unos 3.500 puntos adicionales repartidos por toda España, de los que 2.900 corresponderán a DIA (exclusivamente tiendas propias) y otros 600 corresponderán a gasolineras. Estos son los puntos clave del plan del banco naranja.
- Imprescindible mediante app móvil. ING ha ideado la aplicación TWYPcash (una evolución de TWYP, que ya existe desde hace meses), una app que estará disponible para Android y para iPhone. Es imprescindible tener la aplicación instalada en el smartphone e interactuar mediante ella, ya que el banco ha desechado la posibilidad de poder hacerlo directamente con la tarjeta de crédito. Tras pedirle al cajero de DIA o de las tiendas de las gasolineras que nos puede dar efectivo (debería comprobar si tiene para darnos), se marca a través de la aplicación el dinero que se quiere extraer y se obtiene un código. Este código lo escanea el cajero y ya se puede recibir el dinero en efectivo.
"Con TWYPcash hemos vuelto a dinamizar el sector", ha asegurado la directora general de ING Direct, Almudena Román. El servicio estará disponible, según ha señalado la propia entidad, a disposición de todos los clientes de cuentas con nómina y sin ella.
- Hay que comprar en la tienda. Es importante saber que el servicio requiere que se haga gasto en la tienda, aunque el gasto puede ser mínimo. El director general de DIA, Ricardo Currás, ha informado de forma gráfica que "valdría con comprar una bolsa de plástico de unos céntimos" para ya poder acceder al dinero en efectivo de la caja. Esta condición (impuesta por la regulación financiera para no considerarlo un servicio púramente bancario) supone en la práctica una alternativa más económica para los clientes de ING que la retirada en cajeros de otras entidades, cuyas comisiones se mueven entre el euro y los dos euros.
- Implantación progresiva hasta finales de septiembre. Desde este 30 de agosto se están haciendo pruebas en 3 tiendas del grupo DIA. A partir del 8 de septiembre la implantación será en 52 tiendas y a partir del 26 de septiembre serán 2.900 establecimientos de los supermercados madrileños (todos aquellos propios, pues por el momento no entran las franquicias) los que entren en escena. Además de DIA y La Plaza, también funcionará en otras marcas del grupo como El Árbol o Clarel.
Un distintivo en las tiendas de DIA indicará si en esa tienda se puede sacar dinero
- Dinero máximo y mínimo. El efectivo, además de depender de las disponibilidades de cash de la tienda en ese momento, tendrá un mínimo de 20 euros y hasta un máximo de 150 euros. Por su parte, el efectivo máximo mensual que puede sacarse es de 1.000 euros, que desde ING consideran suficiente.
- Abiertos a nuevos socios y entidades. Desde ING se ha insistido en que esto debe de ser el principio y que están esperando que otras tiendas puedan colaborar con ellos. "Es un sistema abierto a otros que quieran incorporarse", ha asegurado Román. Es decir, que se podrían sumar nuevos establecimientos e incluso, potencialmente, otras entidades financieras.
- Cómo identificar las tiendas en las que se puede sacar dinero. Por el momento, serán solamente las tiendas propias de DIA, y los supermercados tienen además muchas franquicias. En principio, la identificación de si es una tienda donde se puede obtener efectivo estará indicada en la entrada de la tienda de forma visible. Se trabaja además en alguna forma de poderlo indicar mediante un buscador en la web.
Más allá de los acuerdos concretos que se puedan alcanzar con las distintas compañías que estaría tanteando, ING España se enfrenta a todo un problema regulatorio. Y es que la aspiración de que sus clientes puedan retirar dinero de terminales distintos a los cajeros bancarios tradicionales choca con la regulación española, que limita dicha operativa a las entidades de crédito. Si un supermercado pudiera dar dinero en efectivo a débito o crédito tendría que contar con la liquidez y las medidas de seguridad de un banco, por ejemplo, y la normativa actual no lo contempla ni está claro que lo permita. Por ello la obligación de tener que consumir aunque sea unos céntimos.
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