El Corte Inglés todavía está a tiempo de uniformar a sus mandos masculinos con traje, corbata y camisa para cumplir así con el Plan de Igualdad que, en una iniciativa pionera en su momento, el propio grupo firmó con los representantes de sus trabajadores en abril de 2008; sin embargo, en lo que respecta a corregir las posibles diferencias salariales existentes entre hombres y mujeres, la empresa presidida por Isidoro Álvarez se lleva, de momento, un suspenso.
Al menos, así lo entiende Ricardo Bodas, presidente de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional. En un auto fechado el pasado 21 de mayo, el magistrado ha instado a El Corte Inglés y a los sindicatos Fasga y Fetico, mayoritarios en la empresa, a que “en el plazo máximo de tres meses” ponga en marcha “medidas destinadas a reducir las desigualdades retributivas entre hombres y mujeres”.
Dichas medidas deberán “desplegarse” a lo largo de este año o “se les impondrán los correspondientes apremios pecuniarios”, sin perjuicio de las correspondientes “acciones por resarcimiento de daños” que puedan promover CCOO y UGT, promotores de una demanda de conflicto colectivo contra el grupo por entender incumplido el citado Plan de Igualdad.
El magistrado estimó parcialmente esa demanda en enero pasado al entender que el grupo incumplía lo relativo a igualdad salarial y homogeneización de los uniformes de sus mandos.
Urge al grupo a que "promueva efectiva y no formalmente la igualdad entre hombres y mujeres"
Ahora, la Audiencia Nacional considera que su sentencia de enero “no se ha cumplido en sus propios términos” en lo relativo a la equiparación de las retribuciones entre hombres y mujeres, “que es indudablemente uno de los más importantes para que el denominado Plan de Igualdad promueva efectiva y no formalmente la igualdad entre hombres y mujeres”.
El auto recuerda que el citado plan de igualdad “perderá su vigencia en el mes de mayo próximo” y critica que la comisión creada para su seguimiento se emplace “nada menos que a partir del segundo trimestre de 2014” para hacer una evaluación de su cumplimiento. “Evaluar no significa corregir, que es exactamente lo exigido por la sentencia”, dice.
Además, señala que “las partes han tenido tiempo más que suficiente como para comprobar dónde se quiebra el principio de igual salario por igual trabajo entre mujeres y hombres en el plazo transcurrido, en el que se ha perdido un tiempo precioso para avanzar en la dirección adecuada”.
En lo que respecta a la homogeneización de los uniformes, la Sala “entiende razonable”, para la ejecución de la medida, el plazo de seis meses acordado por El Corte Inglés y los sindicatos mayoritarios, por lo que considera que el grupo todavía tiene tiempo para llevarla a cabo.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación