Más de veinte años después de que otras grandes empresas españolas decidieran dar el salto al subcontinente latinoamericano y tras un lustro de durísima crisis en España, su principal mercado, El Corte Inglés ya parece tener claro que esa región, Latinoamérica, será el próximo paso en su, hasta ahora, tímida estrategia de internacionalización.
El grupo que preside Isidoro Álvarez ya tiene perfilado su salto a una región cuyo PIB crecerá este año, de media, en torno a un 4%, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque oficialmente la compañía rechaza confirmar este punto, fuentes del sector apuntan que incluso ya maneja un objetivo para el número de centros que, a largo plazo, espera abrir en ese territorio: en torno a una decena, con dos países que aparecen como fijos, México y Brasil.
No sería de un día para otro, ya que poner en marcha un gran almacén es un proceso largo y muy complejo (el récord de aperturas del grupo es de cuatro centros en un año) que requiere de innumerables gestiones, ingentes inversiones, la búsqueda de la financiación necesaria y la formación del personal, cuestión clave para un nuevo mercado.
La que sí parece definitivamente descartada es la que fue la gran apuesta exterior de la compañía durante años, Italia. Tras buscar durante años infructuosamente un terreno adecuado para abrir un gran almacén en Roma, el grupo optó finalmente por Milán, y en concreto, la zona de Sesto San Giovanni, con el prestigioso arquitecto Renzo Piano como artífice del proyecto. Sin embargo, el desarrollo urbanístico que el grupo había elegido para ubicarlo (que incluía hoteles, urbanizaciones y zonas comerciales) fue finalmente descartado por las autoridades locales.
En 2011, el grupo ya citó Latinoamérica y Europa del Este como "potenciales áreas de expansión"
En septiembre de 2011, el adjunto a la presidencia de El Corte Inglés, Jorge Font, ya adelantó en un congreso de distribución en Berlín que el grupo analizaba “potenciales áreas de expansión” y, a modo de ejemplo, citó dos regiones en concreto, aunque no dio detalles: “Podría ser Sudamérica, podría ser Europa del Este”, señaló.
La compañía, que el año pasado presentó la primera regulación de empleo en sus más de 70 años de historia (un ERTE para su división de Viajes), está inmerso en España en un plan de ahorro de costes para detener la caída en picado de la rentabilidad y ha reorientado la estrategia de alguna de sus cadenas, como las tiendas de conveniencia Opencor.
La apuesta exterior de El Corte Inglés (si se exceptúa el negocio de Viajes, el más internacionalizado) se limita por ahora básicamente a Portugal, país que no vive una situación económica mucho mejor que la de España y que en 2010 tuvo que ser rescatado, bajo condiciones draconianas, por la Comisión Europea, el BCE y el FMI.
El grupo cuenta allí con dos grandes almacenes (uno en Lisboa y otro en Oporto), dos centros de oportunidades, un Bricor (también en Oporto), seis supermercados Supercor, dos tiendas Sfera y delegaciones de su agencia de viajes.
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