En Chile se habla desde hace meses del caso Enersis para referirse a la multimillonaria ampliación de capital (por un importe máximo de más de 8.000 millones de dólares) anunciada por Endesa a finales de julio para su filial en ese país, que la eléctrica que preside Borja Prado (controlada por la italiana Enel) se ha visto obligada a replantear, forzada por las autoridades locales.
Entre las voces críticas con la ampliación, la mayor de la historia de Chile, está la de José Antonio Guzmán, presidente de la gestora de fondos de pensiones AFP Hábitat, uno de los accionistas minoritarios de Enersis (4%). Estos socios son los que aportarán el efectivo a la ampliación y la aportación de Endesa (que controla un 60% de Enersis) consistirá en sus activos latinoamericanos, cuya valoración está en discusión.
En conversación telefónica con este diario, Guzmán alaba que el presidente de Endesa “haya estado procurando buscar entendimientos” para evitar que la operación descarrile. “Prado ha reconocido que se equivocaron en su planteamiento inicial de la operación”, señala. Pero, al igual que otras AFP (que, en conjunto, controlan en torno al 13% de Enersis), se queja de la falta de información que, a su juicio, ha suministrado Endesa sobre el destino de los fondos que captará con la ampliación: “Ni siquiera ahora hay información de para qué se necesita” un dinero que, señala, “veremos si realmente” es necesario. Según Endesa, esos fondos se destinarán a financiar su expansión en la región.
Los tres miembros del directorio de Enersis no vinculados a Endesa valoran los activos que aporta la española entre 3.452 millones y 3.935 millones de dólares
Guzmán, que fue presidente de Enersis y de Endesa Chile (homónima de la española) hasta 1999, cuando fue adquirida por Endesa, dice que las AFP están “dispuestas a conversar con Endesa España para definir el valor máximo que debemos aportar”. Y critica que la primera valoración de los activos latinoamericanos que aportará Endesa (que obligaba a los minoritarios a aportar hasta 3.161 millones de dólares en efectivo) estaba hinchada: “Estos activos valen bastante menos”.
El informe de los tres miembros del directorio de Enersis no vinculados a Endesa, publicado este martes tras una reunión que se prolongó hasta la medianoche del lunes, avala esa tesis. Insiste en que el primer informe pericial y sus conclusiones “carecen de validez”, aunque cree que la ampliación propuesta “contribuye al interés social” de Enersis y tiene sentido estratégico. Un alivio para Endesa, que podrá seguir adelante con ella, independientemente de los fondos que finalmente obtenga (previsiblemente, la ampliación de capital será inferior a los más de 8.000 millones propuestos inicialmente).
El comité de directores pide “un precio de transferencia, términos y condiciones adecuados” y “equitativos para todos los accionistas”, así como que se garantice la "exigibilidad" de que los fondos obtenidos permitan financiar la expansión de Enersis y no vayan, por tanto, a otros fines (como sanear a Enel, la eléctrica más endeudada de Europa).
En consonancia con las exigencias de las AFP y del propio Gobierno chileno, el informe aconseja tener en cuenta las valoraciones realizadas por otras dos firmas independientes, IM Trust y CyA, y publicadas la semana pasada. Los tres miembros del directorio de Enersis que han podido pronunciarse sobre la operación (la CNMV chilena obligó a que los nombrados por Endesa se inhibieran) valoran los activos de Endesa Latinoamérica entre 3.452 millones y 3.935 millones de dólares, lejos de los 4.862 millones que, utilizando una metodología de cálculo diferente, determinó el primer informe encargado por Endesa. Esa primera cifra, los citados 3.452 millones, será ahora el punto de partida en la negociación con los minoritarios.
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