Las compañías eléctricas Endesa e Iberdrola han mantenido negociaciones con el Ministerio de Industria sobre la posibilidad de fijar un periodo de vida útil de sesenta años para el conjunto de las centrales nucleares. Según la agencia Europa Press, que cita fuentes del sector, esto permitirá ampliar el periodo de armonización de las instalaciones y, con ello, garantizar su operación en condiciones de rentabilidad.
Esta ampliación de la vida útil de las centrales sería suficiente para prolongar el funcionamiento de Garoña, ya que permitiría marcar un calendario de amortización de las inversiones necesarias para adaptar la planta a las exigencias tras el accidente de Fukushima e incluso procurar la rentabilidad a pesar de los nuevos impuestos.
Las fuentes consultadas por EP señalan que tanto las dos eléctricas como Industria tienen interés en mantener Garoña. Endesa e Iberdola lo harán siempre y cuando dispongan de viabilidad suficiente de que no operarán a pérdida. La central burgalesa ha sido la primera en cumplir los cuarenta años de vida útil, mientras que el resto de plantas españolas lo harán a partir de 2021.
Para los operadores, el problema de Garoña es la viabilidad económica y la solución sólo puede venir del ministro de Industria, José Manuel Soria, que el lunes expresó la "predisposición" de su departamento para prolongar la vida útil de la central siempre y cuando se cumplan las condiciones de seguridad. Pese a que Nuclenor no ha solicitado la continuidad de la planta, puede continuar operando hasta julio de 2013.
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