El acuerdo se anunció mediante un comunicado a la CNMV en febrero de 2016 después de Vozpópuli adelantara las negociaciones en diciembre de 2015. Casi año y medio después del anuncio, la venta de 36 hipermercados, 22 gasolineras y 8 galerías comerciales valorada en 205 millones quedará casi cerrada, pero no completamente, a finales de junio.
Las negociaciones internas entre los equipos de la empresa vasca y la francesa acabaron con que cuatro de los establecimientos inicialmente acordados para su traspaso (Lorca-San Diego, Vélez Málaga, Amposta y Albacete) seguirán en manos de Eroski, según ha confirmado la cooperativa vasca, que también se quedará con 3 gasolineras inicialmente previstas para la venta. El valor neto contable de estos activos es de 30 millones de euros aunque Eroski había acordado venderlas por 23,36 millones de euros, según el informe de auditoría colgado en CNMV.
Una vez traspasadas cuatro tiendas de golpe que se cerrarán este junio, en emplazamientos como Cantabria, Segovia y Mallorca, quedarán tan solo los centros de Sant Cugat del Vallès, Roquetas de Mar y Asturias, para los que no hay fecha exacta y todavía están pendientes. En Carrefour se han negado a responder a Vozpópuli sobre si ha habido algún retraso o si se sigue el calendario previsto y para cuándo calculan que podrían estar todos los nuevos centros abiertos.
A 31 de enero de 2017 (momento en que cierran su año fiscal) Eroski tenía activos para la venta valorados en 56,9 millones de euros. Un año antes, los activos a la venta tenían un valor de 103 millones.
Beneficios in crescendo
La cooperativa, matriz del grupo, abandonó las pérdidas que había sufrido durante los últimos cuatro años y se anotó un beneficio de 1,5 millones de euros. El año 2015 había perdido 158 millones de euros por las dotaciones que hizo. En 2014 llegó a perder 280,2 millones, y registró unas ventas sin IVA de 5.280 millones, el 0,02% más, mientras que el beneficio operativo de su actividad de distribución mejoró el 20% y sumó 128,6 millones de euros. El resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 244 millones, 4 millones más que en el ejercicio anterior, lo que "muestra la solidez de la actividad comercial del grupo", según un comunicado realizado por la compañía a la CNMV.
Sin embargo, la deuda del grupo sigue siendo uno de los handicaps que aún presionan a la compañía vasca, que actualmente tiene aproximadamente unos 2.100 millones de euros, aproximadamente 10 veces el ebitda.
Aunque Eroski no persigue no tener nada de deuda, la empresa sigue aún vigilada por el pool bancario con quien firmó su reestructuración en enero de 2015 y que revisa el estado financiero cada cuatro años (la próxima vez, en 2019). Se trata de un acuerdo con los ocho bancos que tienen la mayoría de su deuda, donde se encuentran Caixabank, Santander, BBVA y todos los grandes, con el que le exigieron vender activos por valor de 300 millones.
Por otra parte, la compañía mantiene una cantidad de dinero "incobrable" de casi 700.000 euros durante 2016.
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