Pasado mañana el juez concursal Pedro Malagón abrirá un nuevo proceso tras la presentación de ofertas por los activos españoles de Fagor, para que comience una mejora de las propuestas, que puede terminar en una auténtica puja. De momento, seis grupos han presentado sus ofertas, aunque sólo dos parecen contar en serio, ya que pujan por todo, no por partes. Ya se han dejado escuchar algunas opiniones políticas sobre la operación por medio.
Ahora mismo, están presentadas las de Cata, perteneciente a los catalanes CNA, que ofrece 19,8 millones de euros, previa fianza de 1,1 millones. El grupo esperó hasta el último momento y el pasado domingo amplió el perímetro de la oferta, incluyendo Bergara. Su oferta ampliada abarca un compromiso de empleo de 500 puestos de trabajo y hasta 1.000 indirectos.
Este grupo está especializado en electrodomésticos, especialmente hornos y campanas extractoras, con una producción repartida al 50% entre mercado interior y extranjero. Quiere las marcas Fagor, Splendid, Aspes y Edesa. Pagaría 8 millones a la adjudicación, 14 meses después otros 5,9 y a los dos años el resto.
Políticos opinando
En contra (o a favor, quién sabe) puede tener las declaraciones del a consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno vasco, Arantza Tapia, quien, en una visita la semana pasada a la Generalitat, declaró “positiva” la propuesta de Cata. Tal vez el juez concursal tenga algo que opinar a este respecto.
Cata es un grupo bien relacionado con la Generalitat y conviene recordar que una de las operaciones más ruinosas para la Corporación Mondragón fue la compra de Caprabo por parte de Eroski, totalmente dirigida por los poderes políticos de Euskadi y Cataluña, deseosos de establecer puentes económicos al margen de Madrid. El resultado es que Eroski está en un proceso de refinanciación de deuda y desinversiones forzosas.
Por su lado, los argelinos de Cevital, que ya se hicieron con la filial francés de Fagor Brandt, por la que pagó 25 millones y ofrece ahora 18 millones por todos los activos, excepto Bergara. El grupo cuenta en sus filas con Sergio Treviño, ex director general de Fagor al que Mondragón despidió al poco tiempo de su incorporación, al plantear un plan de salvamento ante la crisis inminente.
Pero la corporación vasca, que se ha resistido a reconocer la crisis de modelo y también las de algunas de sus compañías afectadas, enseñó la puerta de salida al ejecutivo que alertó de la cruda realidad. Cevital quiere Fagor, Splendid, Aspes y Edesa, así como los servicios técnicos ligados a ellas. Esta oferta, aunque algo más baja, ofrece el pago al contado en el momento de la adjudicación.
Por su lado, los polacos Amica sólo quieren Edes, por la que ofrecen un millón de euros y salvar 12 empleos. Taurus ofrece 200.000 euros por las licencias de marca Fagor y Splendid y no ha hablado de empleo. Ecomoac de Chile quiere la fábrica de Edesa en Basauri y garantiza empleo de 113 personas. Y la italiana Ariston quiere las existencias de Confort (climatización) y las líneas de producción de Edesa. Ofrece 3,3 millones de euros.
Entre el 24-29 de julio se espera la resolución del juez. Habrá que ver si influyen esos encuentros políticos o algunas sugerencias que intentan hacerle llegar desde la propia Fagor. Lo que parece claro es que Cata y Cevital están condenados a mejorar sus ofertas.
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