Empresas

Los creadores de la piruleta afrontan el estigma del concurso culpable

El administrador concursal de Fiesta reclama 6,79 millones a la familia Mayoral y solicita que sean inhabilitados entre 10 y 15 años para administrar empresas.

La familia Mayoral, fundadora y expropietaria de Fiesta, la empresa fabricante de los caramelos Kojak o la piruleta, afronta la calificación de concurso culpable. El administrador concursal de la compañía situada en Alcalá de Henares (Madrid) ha solicitado al juez la declaración de concurso culpable y que los Mayoral sean condenados a pagar una indemnización de 6,79 millones de euros, sean inhabilitados para administrar empresas durante un periodo de entre 10 y 15 años, y pierdan cualquier derecho como acreedores en el concurso de la empresa.

Francisco Vera, de Data Concursal, designado por el juez en el concurso de Fiesta como administrador, ha tenido conocimiento de operaciones realizadas por la empresa en los años anteriores a la declaración del concurso dirigidas a la salida fraudulenta de bienes del patrimonio de la compañía de caramelos.

En particular, el administrador concursal ha detectado que Fiesta financió contratos de alquiler de maquinaria trasladada a India, a la sede de la empresa Dazzler Confectionery Privated Limited, que estaba participada por la familia Mayoral, situada en Goa, sin contraprestación alguna. Además, Fiesta acordó la venta de maquinaria a la sociedad Crimson Equipment, también participada por la familia fundadora de la compañía de chucherías.

La familia Mayoral creó el gérmen de Fiesta en Puerto Rico en los años cuarenta

Las investigaciones de la administración concursal muestran que Fiesta compró maquinaria a Bosch y que esta se envió directamente a Goa (India) pasando por el puerto de Barcelona. El beneficiario de esa maquinaria fue Dazzler Confectionery Privated Limited, empresa cuya actividad es la misma que la de Fiesta. Lo que supone que la empresa española financió maquinaria que no solo no empleó, sino que la traspasó a una empresa que podría ser competencia directa, y que estaba participada por parte del consejo de administración de Fiesta (los hermanos Juan Mayoral Farkas, Pedro Mayoral Farkas y Francisco Mayoral Farkas).

El administrador concursal da cuenta de otra operación que supondría un claro perjuicio para la empresa española, la venta de maquinaria en 2008 a la empresa suiza Crimson Equipment, en la que, al menos, participaba otro miembro de la familia Mayoral. Esa maquinaria, con un valor de cinco millones de euros, también acabó siendo trasladada a la empresa india Dazzler.

Dichas actuaciones, considera el administrador concursal de Fiesta, agravó la situación económica de la compañía, cifrada en 6,79 millones. Francisco Vera concluye que Fiesta se vio privada de unas máquinas que financió mientras tenía que adquirir productos fabricados por estas mismas máquinas a la empresa india Dazzler Confectionery Privated Limited.
El administrador concursal sostiene que deben ser considerados como responsables los miembros del consejo de administración de Fiesta entre 2008 y 2014, es decir, Theodora Elizabeth Farkas, José Ángel Mayoral Bower, y los tres hermanos. Estima como proporcionado que sean inhabilitados para administrar bienes ajenos entre diez y quince años (el máximo contemplado por la Ley Concursal); que pierdan cualquier derecho que puedan ostentar como acreedores en el concurso de Fiesta; y que sean condenados al pago de una indemnización de 6,79 millones.

De Puerto Rico a Alcalá de Henares, y de ahí a Colombia

Fiesta fue declarada en concurso voluntario de acreedores en diciembre de 2011. Ante la imposibilidad de cumplir un convenio de pago acordado con los acreedores la empresa entró en liquidación en septiembre de 2014. En ese proceso la compañía colombiana Colombina se hizo con Fiesta en una operación valorada en 21,8 millones, el pasado mes de septiembre. Los nuevos propietarios de la empresa prevén facturar este año 23 millones de euros y preparan el desembarco en Estados Unidos y en países africanos.

La declaración de concurso culpable, una decisión que tendrá que tomar el juzgado mercantil número uno de Madrid, supondría un duro golpe para la familia Mayoral, que creó Ponce Candy Industries (luego Fiesta) en Puerto Rico a principios de la década de los cuarenta del pasado siglo. Pocos años después accionistas de la compañía levantaron otra fábrica en Venezuela y en 1965 José Ángel Mayoral Ortiz, junto al director de Ponce Candy, fundó Fiesta en España, en Alcalá de Henares.

La empresa explica en su web que en los años sesenta Fiesta comenzó la fabricación en España de caramelos planos con asidero, un dulce conocido en Venezuela como chupeta, y en otros países latinoamericanos como paleta. "Un amigo cubano sugirió llamarlo piruleta como derivado del famoso pirulí de la Habana. De ahí el nacimiento de la palabra PIRULETA y nuestra contribución al diccionario de la Real Academia de la Lengua", indica. "Si tienes una peseta cómprate una piruleta", decía una campaña en televisión de la compañía a finales de los setenta.

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