Las probabilidades de que Carlos Slim, primer accionista de FCC, termine por lanzar una OPA sobre el 100% del grupo de construcción y servicios se incrementan día a día. Desde que a mediados de diciembre el consejo administración de la compañía aprobó la ampliación de 709 millones de euros que se pondrá en marcha en breve, la estrategia del empresario mexicano no ha consistido en tratar de evitar alcanzar el 30% del capital tras la operación, lo que le obliga a realizar la oferta sino, más bien, todo lo contrario. Frente a lo que se podía pensar en un principio, los movimientos de Slim han ido encaminados a forzar la situación para que finalmente haya OPA.
De partida, la ampliación aprobada por el consejo incluye el compromiso del magnate mexicano de asegurar el éxito de la operación porque, en el caso de que haya suscripción incompleta, él se encargaría de la parte que quedara sin cubrir. En el caso de que se diera esta circunstancia, la participación de Slim en FCC, que se situaba en el 25,6% antes de anunciar la ampliación, se incrementaría y se acercaría aún más al 30% que marca el límite para la obligación de lanzar una OPA.
Slim ha adquirido en el mercado casi un 2% adicional de FCC en las últimas semanas, con lo que ahora cuenta con un 27,4% de la compañía
Pero, por si no fuera suficiente, Slim ha adquirido en el mercado casi un 2% adicional de FCC en las últimas semanas, justo desde el anuncio de la operación, con lo que ahora cuenta con un 27,4% de la compañía y, por lo tanto, con más derechos de suscripción. Es decir, el propietario de una de las mayores fortunas del mundo está haciendo precisamente todo lo opuesto a lo que debería si quisiera evitar la obligación de hacer una oferta por el 100% del grupo.
Este último movimiento añade una circunstancia especial. Al efectuar este incremento de participación, Slim estaría encareciendo la oferta que tendría que lanzar en el caso de llegar al 30% tras la ampliación. Antes de realizar estas últimas compras en Bolsa, el empresario mexicano podría plantear una oferta de 6 euros por título, el precio al que se llevará a cabo la ampliación.
Una oferta más cara... o no
Sin embargo, Slim compró las últimas acciones de FCC a precios notablemente superiores. Incluso, algunos paquetes de títulos fueron adquiridos por encima de 7 euros. Y la normativa contempla que en el caso de que tenga que lanzar una OPA por haber superado el 30% del capital, el precio no podrá ser inferior al de las últimas compras de paquetes significativos. Con estos elementos encima de la mesa, fuentes del mercado señalan que todo apunta a que Inmobiliaria Carso, el vehículo empleado por Slim para controlar su participación en FCC, acabará superando ese 30% y que el empresario mexicano lanzará la OPA, precisamente en un entorno de precios alrededor de 7 euros.
En principio, la operación supondría un desembolso menor de lo que cabría esperar, toda vez que más de la mitad del capital no aceptaría la oferta. Además del propio Slim, cuyo paquete de acciones quedaría obviamente inmovilizado, tampoco acudiría Esther Koplowitz y lo más probable es que tampoco lo hiciera Bill Gates, que mantiene cerca de un 6% de FCC, toda vez que salir de la compañía a ese precio del supondría asumir minusvalías. De este modo, si la totalidad del resto de socios acudiera a la oferta, la operación supondría un desembolso de poco más de 1.000 millones de euros.
Si la totalidad del resto de socios acudiera a la oferta, la operación supondría un desembolso de poco más de 1.000 millones de euros
Sin embargo, en el entorno del empresario mexicano también se contempla que la OPA podría salir incluso mucho más barata. Si tras la ampliación llegara a superar el 30%, contaría con tres meses para lanzar la oferta, un periodo en el que el empresario mexicano espera que el comportamiento de las acciones de FCC en Bolsa sea positivo por el efecto del éxito de la ampliación. Así, podría darse la circunstancia de que el precio fijado para la oferta sea incluso inferior al del mercado, lo que haría que la OPA no fuera atractiva para los socios.
Incumplir el pacto
En cualquiera de los casos, el escenario hacia el que parece dirigirse el destino de Slim en FCC incluye necesariamente cambios en el pacto de accionistas que firmó con Esther Koplowitz a finales de 2014, cuando se ejecutó su entrada en el capital del grupo constructor. Uno de los puntos del mencionado acuerdo contempla el compromiso por ambas partes de no superar el 29,99% del capital de la compañía hasta que no hayan transcurrido cuatro años desde la firma del pacto. Es decir, hasta finales de 2018.
De este modo, el incumplimiento del acuerdo en este punto deberá conducir a la previa modificación del mismo o bien de su resolución. Las diferentes alternativas que se plantean en el caso de que finalmente haya OPA también abren un abanico de posibles cambios en el capital del grupo que, en cualquier caso, obligaría a revisar el acuerdo.
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