En el Grupo Banco Santander todo el mundo daba por hecho desde hacía meses que su filial estadounidense no superaría tampoco en 2016 los test de estrés de la Reserva Federal (FED). Y así ha sido, tal y como ha confirmado este jueves el propio supervisor en su informe de evaluación a las 33 entidades financieras más importantes del país, elevando a tres años consecutivos el suspenso de Santander Holdings en Estados Unidos. La oleada regulatoria impulsada desde Estados Unidos está siendo demasiado rápida, y pese a los indudables avances (reconocidos por la FED) logrados por el banco, éste no ha podido alcanzar los estándares mínimos exigidos por las autoridades.
¿Por qué Santander ha sido el primer banco estadounidense en no superar durante tres años seguidos los stress test de la FED? Las diversas fuentes consultadas por Vozpópuli aluden a su vez a causas diversas. Las más próximas al banco sitúan el origen de los problemas en la llegada misma de los Botín a EE.UU, y reconocen que la excesiva dispersión del banco ha penalizado al grupo. Santander aterrizó en el país a través de Sovereign, luego se amplió con Scusa (de crédito al consumo), un modelo de banca no regulado. Luego llegaría la compra del Independence Community Bank... el modelo de crecimiento de Santander acabó por generar una entidad de gran tamaño, pero una coherencia interna mejorable.
Para poner remedio a la estructura bancaria fragmentada de Santander en Estados Unidos, y para amoldarse a las nuevas exigencias regulatorias, el grupo presidido por Ana Botín creó un hólding bancario. Y es precisamente en la administración y gestión de este hólding donde está encontrando más aspectos mejorables la FED. Aunque el propio supervisor admite "progresos" en la forma en que la entidad estima sus proyecciones de pérdidas e ingresos, "continúa teniendo asuntos supervisores materiales no resueltos que lastran críticamente sus procesos de planificación de capital", según señala en su informe, donde considera poco apropiados los análisis y asunciones en los que se basan sus planes.
Conscientes de los déficit regulatorios, el Santander USA se ha lanzado a reforzar su equipo para mejorar su gobernance y sus controles internos
La estructura y el funcionamiento del hólding, si bien están ya conformados, no están plenamente desarrollados, lo que se ha traducido en unos modelos de gestión del riesgo deficientes según los nuevos estándares del supervisor estadounidense. Existen dudas respecto de la capacidad de la gobernanza de embridar los riesgos de sus divisiones. Conscientes de los déficit regulatorios, el Santander USA se ha lanzado a reforzar su equipo para mejorar su gobernance y sus controles internos. Se han fichado ejecutivos locales, directivos dedicados en exclusiva a lograr el pleno cumplimiento con el supervisor... en esencia el grupo está tratando de crear una MiniBoadilla en Estados Unidos. Pero los estándares de la nueva FED son muy altos, y los esfuerzos no están bastando para salir de la cola.
Los niveles de capital, en el top
Las deficiencias detectadas por la FED en Santander USA son de tipo cualitativo. Es decir, que a juicio del supervisor los procesos no están suficientemente perfilados. "La Fed ha identificado deficiencias en el funcionamiento interno que están estrechamente relacionadas con la planificación para la generación de capital, la medición y gestión de riesgos. La Fed reconoce que Santander [y Deutsche Bank] han avanzado en la mejora de estas debilidades pero todavía no han alcanzado los estándares exigidos por el regulador. Las dos entidades deberán corregir las deficiencias identificadas para que puedan implementar sus planes de retribución al accionista (dividendos y/o planes de recompra de acciones) sin restricciones por parte de la Fed", señalan los analistas de Bankinter en un informe de este mismo jueves.
Sin embargo, la Reserva Federal reconoce al banco de matriz española una enorme solidez de capital; tanto que se sitúa segunda en una clasificación en la que están los 33 mayores bancos de todo EE.UU. Desde el punto de vista cuantitativo, el 12% de capital regulatorio de Santander casi triplica el mínimo exigido del 4,5%. Los tres suspensos adjudicados por el regulador no han impactado en la imagen del banco gracias precisamente a esa fuerza financiera, que "tranquiliza" a sus gestores.