Leopoldo Fernández Pujals (La Habana, 1947) tuvo que decidirse en el año 2004 entre emplear buena parte de los 300 millones de euros que había ganado vendiendo Telepizza en comprar otra empresa, o en usar la fortuna lograda por la venta de la cadena de restauración en hacer realidad su deseo de derrocar a Fidel Castro y convertirse en presidente de Cuba. Eligió comprar Jazztel y pegar otro pelotazo de casi 500 millones de euros una década después.
Antes de embarcarse en la compra de la operadora de telefonía, parece que su preferencia estaba clara: acabar con Castro. La actividad anticastrista de Pujals a principios de este siglo es pública gracias a la denuncia que interpuso la organización Citizens for Responsability and Ethics In Washington (CREW) contra el empresario. La CREW denunció en el año 2006 ante la Federal Election Commission (FEC) que el fundador de Telepizza había financiado ilegalmente una asociación anticastrista. La FEC es una agencia independiente creada en 1975 por el Congreso de Estados Unidos para controlar la financiación de las campañas electorales estadounidenses.
En la denuncia, a la que Vozpopuli ha accedido a través de los registros de la FEC, la organización estadounidense CREW explica que en 1999 Fernández Pujals vendió su participación en Telepizza por 300 millones de euros, y que en diciembre de ese año contó en declaraciones a una agencia de prensa alemana lo que pensaba hacer con el dinero ganado: derrocar a Castro y ser el próximo presidente de Cuba. “Quiero que Cuba sea una democracia y voy a invertir lo que haga falta para lograrlo”, dijo.
El empresario cubano nacionalizado español se exilió siendo niño a Miami tras el triunfo de la revolución castrista, y nunca ha ocultado su aversión al régimen. Fue condecorado en la guerra de Vietnam como marine, y recayó en España de la mano de una multinacional estadounidense, a mediados de los años ochenta. Montó una pizzería en el barrio de El Pilar de Madrid, lo que sería después Telepizza.
Siguiendo ese deseo expresado en 1999 de acabar con Castro, Fernández Pujals fundó un año después dos organizaciones en Estados Unidos contrarias al régimen comunista cubano, Cuba Libertad y Citizens for Liberty in Cuba, según la denuncia de CREW, que aporta documentación al respecto, la cual es accesible a través de la FEC.
En 2003 Citizens for Liberty in Cuba cambió su nombre por el de Cuba Democracy Advocates, asociación a la que Fernández Pujals entregó 177.400 dólares en 2004. El primer ejecutivo de Cuba Democracy Advocates era Mauricio Claver-Carone. Esta misma semana el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado a Claver-Carone como miembro de su equipo de transición a la presidencia, dando pistas de por dónde va ir la política exterior estadounidense respecto a Cuba. "Es hora de cerrar el trágico capítulo de los Castro y de las dictaduras en el continente americano", escribió ayer mismo Claver-Carone con motivo del fallecimiento de Fidel Castro en su blog.
La asociación CREW requirió a la FEC que investigara si en esa contribución económica de Fernández-Pujals hubo financiación ilegal. La organización de Washington se refiere en su escrito presentado en septiembre de 2006 al expresidente de Telepizza y de Jazztel como “ciudadano español residente en Bahamas”.
En opinión de la CREW, Fernández Pujals violó al menos dos normativas sobre financiación de campañas electorales, ya que de forma indirecta parte del dinero aportado a Cuba Democracy Advocates fue destinada al US-Cuba Democracy PAC, un grupo de apoyo financiero a los congresistas a favor del bloqueo a Cuba. Según la asociación Latin American Working Group, 32 congresistas estadounidenses cambiaron su voto sobre la extensión del embargo a Cuba tras recibir financiación de la PAC mencionada, entre 1.000 y 3.000 dólares cada uno de ellos.
Vozpopuli trató ayer sábado de contactar con Fernández-Pujals, pero no fue posible. Un antiguo colaborador del empresario indicó que "las sensaciones de Leo deben ser hoy [por ayer] extrañas, tiene que ser un día muy emotivo para él, salió de Cuba con 13 años", recordó.
A partir de 2004 no hay ya más referencias a la relación entre Fernández-Pujals y las asociaciones anticastristas. Ese año el expresidente de Telepizza destinó mucho más dinero a invertir en una operadora de telecomunicaciones que a intentar derrocar a Fidel Castro. Fernández Pujals acordó en septiembre de 2004 comprar el 24,9% de Jazztel por 61,8 millones de euros.
En noviembre de 2007 la FEC comunicó su resolución sobre la denuncia contra Fernández Pujals por financiación ilegal: “La comisión ha constatado que no existe razón para creer que el señor Fernández Pujals violara la normativa sobre contribución a la PAC US-Cuba Democracy, o participara en la toma de decisiones de dicha PAC”.
Durante la década siguiente Fernández Pujals se ocupó de enderezar el rumbo de Jazztel y prepararla para la inevitable concentración del sector de la telefonía móvil en España. En mayo de 2015 el empresario hispano cubano acordó la venta de Jazztel a Orange ingresando por su 14% cerca de 500 millones de euros. Seis meses antes los presidentes de Estados Unidos y de Cuba, Barak Obama y Raúl Castro, habían acordado mejorar las relaciones entre los dos países.
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