La OPA de ACS sobre Abertis será con el apoyo de terceros o no será. El grupo de construcción y servicios que preside Florentino Pérez reconoció a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que estudia el lanzamiento de una oferta sobre Abertis que compita con la ya registrada y admitida a trámite por la italiana Atlantia. Pero en ningún caso llevará a cabo una locura porque el precedente de la frustrada operación de Iberdrola, que llegó a poner en peligro la supervivencia de ACS, está aún muy presente en su planta noble. Y la operación que la banca de inversión ha puesto encima de la mesa de Pérez es de 18.000 millones de euros.
Incluso en esa misma planta noble, el sentimiento de sorpresa lleva instalado unas pocas semanas, las que lleva el grupo estudiando la operación. Porque la estrategia de ACS, al menos para el medio plazo, no incluía precisamente saltos mortales de este tipo. Al contrario, la compañía lleva trabajando cerca de cinco años para reducir una deuda que en los tiempos más complicados de la crisis le llevó a tener cerradas las puertas del mercado para financiarse y, por lo tanto, a depender para sobrevivir de unos bancos que cada vez pedían mayores garantías para apoyar reestructuraciones de deuda.
Desde 2012, el endeudamiento de ACS se ha reducido desde el entorno de los 10.000 millones de euros hasta los poco más de 1.000 que presenta en la actualidad, con una envidiable ratio deuda/Ebitda levemente superior a uno, que le ha permitido obtener sin aparentes problemas una calificación crediticia de Standard & Poor’s con grado de inversión.
"Todo esto ha costado mucho y no se está dispuesto a tirarlo por la borda por una operación más o menos deslumbrante", apuntan fuentes conocedoras de la situación.
El esfuerzo inversor que tuvo que realizarse para financiar la aventura del abordaje a Iberdrola fue posteriormente pagado con creces cuando, como consecuencia de la necesidad de reducir con urgencia la deuda, ACS tuvo que salir precipitadamente del capital de la eléctrica que preside Ignacio Galán con notables minusvalías, lo que generó un agujero superior a 2.000 millones de euros en las cuentas del grupo al cierre de 2012, el año en que se produjo el grueso de la desinversión.
A Florentino Pérez no se le olvidan los apuros para refinanciar un préstamo de 800 millones de euros para Urbaser
Aquel ejercicio fue el más duro de la historia del grupo y a Florentino Pérez, acostumbrado en el pasado a que los bancos se pelearan entre ellos por financiar a ACS, no se le olvidan los apuros para refinanciar un préstamo de 800 millones de euros para Urbaser (por entonces filial del grupo, vendida a finales de 2016 a una empresa china), buscando entidades financieras de debajo de la piedras, incluso algunas que no habían superado los test de estrés para la banca europea.
De ahí que, aunque en estos momentos se encuentre en una situación financiera muy cómoda, ACS esté contemplando el diseño de la operación junto a uno o varios socios, que podrían ser industriales o bien de carácter financiero. El grupo tiene ahora abiertos los mercados de renta fija privada pero en ningún caso estaría dispuesto a que se resintiera su rating, después del trabajo y el tiempo que le ha costado conseguirlo.
Entre los bonos y el dinero que pudiera conseguir de la banca sin volver a disparar de nuevo su endeudamiento, la cantidad podría rondar los 9.000 millones de euros, apenas la mitad de lo que precisaría para llevar a cabo la operación.
"Este tipo de propuestas se estudian casi siempre, no todos los días se da la posibilidad de comprar una compañía como Abertis", apunta una fuente del mercado que, además, añade el componente de la posibilidad de que el Gobierno esté detrás del repentino interés por la concesionaria de infraestructuras, a raíz de la OPA de Atlantia.
No hay que olvidar que el Ejecutivo pondrá en marcha un plan de inversión en carreteras con notable participación privada"
"Si fuera cierto que Moncloa se está moviendo, hay que estudiarlo con mayor motivo. No hay que olvidar que el Ejecutivo pondrá en marcha un plan de inversión en carreteras con notable participación privada. No es tiempo de desaires", añade.
Además de las declaraciones de varios ministros en torno a la posibilidad de que Atlantia se quede con Abertis, el hecho de que haya sido AENA la que ha abierto el fuego de las posibles contraofertas pone al Gobierno en el foco de las operaciones, hasta el punto de que no cabe descartar del todo al gestor aeroportuario de una futura operación sobre Abertis a varias bandas.
Otra cosa es una oferta de ACS en solitario. "Florentino Pérez no quiere otra Iberdrola. Ya tuvo una y fue suficiente".
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