Food Delivery Brands, grupo de restauración que gestiona en España las marcas Telepizza y Pizza Hut, ha llegado a un acuerdo con sus acreedores y accionistas y ha firmado la refinanciación de su deuda dentro del marco de su estrategia para impulsar el negocio y su crecimiento futuro.
Los términos finales de dicha operación, sujeta a un proceso de formalización judicial que concluirá previsiblemente en el segundo semestre de este año, y cuyo acuerdo marco fue firmado el pasado mes de enero, cuentan con el apoyo de un grupo de tenedores de los bonos senior garantizados del Grupo que representan más del 80% del total.
El cierre de este proceso supondrá un cambio en el accionariado de Food Delivery Brands, por el que los actuales tenedores de la deuda senior de la compañía, entre los que se encuentran Oak Hill Advisors, L.P., Blantyre Capital Limited, H.I.G Capital, LL., Fortress Investment Group LLC y TREO AM, pasarán a tener el control del grupo y los accionistas actuales se diluirán en su totalidad.
Los nuevos accionistas han inyectado nuevos fondos por valor de 31 millones de euros para garantizar la liquidez del grupo mientras se formalizan todos los pasos legales. Este apoyo financiero se podría ampliar hasta los cerca de 60 millones al finalizar el proceso, muestra de la confianza y compromiso de los bonistas con la empresa y el negocio. A esta cifra, además, se sumará una inyección de los actuales accionistas por valor de 11 millones de euros, una vez obtenida la aprobación judicial correspondiente.
El acuerdo alcanzado para la reestructuración de la deuda implica la capitalización de una parte significativa de la misma, aproximadamente el 50%, con una reducción de la deuda del Grupo cercana a los 240 millones de euros, y una extensión de los plazos de amortización previstos hasta 2028, lo que permitirá situar el apalancamiento estimado para los próximos años en niveles de x4 Ebitda.
Adicionalmente, los acreedores han acordado la extensión de la suspensión temporal concedida el pasado 16 de enero sobre el pago de los intereses de los bonos senior, con vencimiento a esa fecha y al 17 de julio de 2023, que se amplía hasta el 16 de octubre del 2023. Además, se ha acordado una ampliación del plazo para la presentación de los resultados de 2022 hasta julio de 2023.
Como consecuencia de la operación, que supone un punto de inflexión y el inicio de una etapa nueva y saneada para la compañía, el Grupo reflejará en sus cuentas correspondientes al ejercicio 2022 un deterioro contable de 232,2 millones de euros correspondiente al ajuste del valor de la inversión de los accionistas actuales, anticipando el efecto de la pérdida de su participación, una vez concluya el proceso de refinanciación. Dicha depreciación tiene un carácter meramente contable y no es representativa de la solidez ni de la evolución real y resistencia del negocio, cuyas ventas cadena de 2022 se situaron por encima de los 1.300 millones (a tipo de cambio constante), un 10,4% superiores a las de 2021.
Así, si bien los resultados del ejercicio de 2022 arrojarán unas pérdidas contables por importe de 278 millones de euros, dicho resultado incluye tanto el mencionado ajuste de la inversión de los actuales accionistas como la elevada carga financiera, por valor de 37 millones de euros, derivada de la deuda actual, y que se verá sustancialmente reducida tras la refinanciación.
Excluyendo dichos factores, el Ebitda ajustado bajo IFRS16 ascendería a 58 millones de euros, un 18% menos que en 2021, como consecuencia del efecto de la inflación en los márgenes del negocio.
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