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Francisco Celma (Deloitte): "Los peritos del caso Bankia aplicaron una normativa contable inventada"

El socio de la auditora en Bankia acusa a los inspectores de subjetividad, inconsistencia, ignorancia e "inexplicables cambios de criterio" en sus informes.

Deloitte actuó en todo momento bajo el amparo de la CNMV y del Banco de España, y elaboró sus trabajos distintos de auditoría para Bankia a instancia de los supervisores. El socio auditor de Deloitte en Bankia, Francisco Celma, ha defendido su actuación en la entidad este lunes durante su comparecencia (de alrededor de cuatro horas de duración) como investigado en la instrucción del caso Bankia que el juez Fernando Andreu sigue en el Juzgado Central de Instrucción Número 4. Además de reivindicarse, Celma ha cargado contra los informes de los peritos del Banco de España (que concluían que las cuentas previas a la salida a Bolsa eran falsas), acusándoles entre otras cosas de aplicar una normativa contable "inventada", según ha declarado en la Audiencia Nacional.

"No entiendo por qué los peritos han aplicado en sus informes una normativa contable inventada por ellos mismos y que no es la emitida por el Banco de España", ha señalado en su declaración Celma, quien ha aludido a la existencia de unos 3.000 millones de euros en provisiones genéricas en el balance de la entidad en el momento de su salida a Bolsa que garantizaban a ojos del auditor la solvencia de la misma. En opinión de Andrés Herzog, abogado de la acusación (CIC), se ha constatado una fuerte discrepancia entre el auditor y los dos inspectores precisamente en la existencia o no de estos "colchones" de capital una vez que se formó el SIP de BFA-Bankia. Otras fuentes jurídicas han explicado a este diario que el socio auditor ha presentado referencias concretas sobre la existencia de esas provisiones (negadas por los peritos) en informes de la propia Bankia, de Deloitte, del Banco de España e incluso del regulador de las auditoras (el ICAC).

Según Celma, los peritos pasaron de reconocer la existencia de las provisiones a negarla, en un cambio de criterio "inexplicable"

Las críticas de Celma a los dos informes de los peritos del Banco de España (que, posteriormente, emitieron a su vez un tercer informe para rebatir a los de las partes) no terminaron ahí. También acusó a los dos inspectores nombrados por Andreu de llevar a cabo "inexplicables" cambios de criterio en sus trabajos. Así, les echa en cara que en un primer momento reconocieron la existencia de esos 3.000 millones en provisiones genéricas, si bien afirmaron que no podían utilizarse para compensar otros errores contables. Cuando posteriormente el FROB aportó a la causa un informe del BdE (adelantado por Vozpópuli) que explicaba que sí se debían haber tenido en cuenta esas dotaciones genéricas, "los peritos cambiaron su propio criterio y, en las versiones posteriores de sus informes pasaron a negar la existencia de estas provisiones en BFA y en Bankia afirmando que eran ajustes por valoración cuando en las primeras versiones de los informes sí acreditaban su existencia", explicó el socio auditor de Deloitte, según recogen fuentes jurídicas presentes en la declaración.

"Ignorancia" e "inconsistencias" son también dos de las deficiencias detectadas por Celma en los trabajos de los dos peritos en sus informes. La primera porque en sus primeros trabajos los dos empleados del Banco de España no tuvieron en cuenta los efectos de esos 3.000 millones de euros en provisiones genéricas "en relación con las cuentas de Bankia de la salida a Bolsa". De haberlo hecho, según explicó el auditor al juez Andreu, "estos supuestos errores no afectarían a las cuentas de Bankia y restarían validez a la conclusión de sus informes de que las cuentas eran erróneas", aseguró.

Por su parte, el que fuera responsable de la auditoría de cuentas de Bankia entre 2010 y 2012 tildó de inconsistentes los distintos informes de los peritos. "Uno de ellos había tenido que corregir errores en sus estimaciones de más de 400 millones de euros desde la primera versión que presentó", aseguró, para posteriormente acusarle de haber "ocultado" ese error. En las primeras versiones de sus informes, señalaban y desglosaban incluso por acreditadas la existencia de provisiones genéricas y específicas de insolvencias en BFA y en Bankia por importe de varios miles de millones de euros, "negando ellos mismos en versiones posteriores de sus informes que éstas existiesen". Además, apuntó a las subjetividades de ambos inspectores, con diferencias de criterio de hasta 5.000 millones de euros entre uno y otro informe. Celma concretó esta falta de objetividad en los créditos fiscales de BFA, que en ambos peritos diferían en unos 500 millones de euros.

"No hubo errores contables en Bankia"

La desacreditación de los peritos continuó con la acusación de haber sufrido "sesgo retrospectivo" en sus análisis. Para ello, puso como ejemplo la valoración que los dos inspectores del BdE atribuyeron a los activos inmobiliarios de Bankia tras su salida a Bolsa. Mientras que los peritos argumentaron que había un deterioro oculto de unos 1.300 millones en dichas carteras de activos (de unos 5.000 millones), Celma señaló que "es imposible realizar un ajuste de valor como el que proponen los peritos en marzo de 2011 en las cuentas de Bankia ya que los activos adjudicados de Bankia a 31 de marzo de 2011 eran sólo 1.900 millones de euros, por lo que los peritos están defendiendo en sus informes algo absurdo", criticó.

"Los peritos, según sus informes, han sacado conclusiones erróneas con tan solo el examen de 25 operaciones en un caso y 44 operaciones en otro"

Durante su declaración, Celma negó tajantemente que hubiera errores contables, e incidió en el hecho de que los problemas existentes en la matriz, BFA, no afectaban en modo alguno al banco cotizado (Bankia). "Según el criterio técnico contable y la normativa de solvencia española y europea los eventuales problemas de la matriz no pueden afectar en ningún caso a las filiales", aseguró. En su testimonio trasladado al magistrado, Celma reivindicó la mayor rigurosidad del trabajo contable de la auditora frente al de los peritos. "Los peritos, según sus informes, han sacado conclusiones erróneas con tan solo el examen de 25 operaciones en un caso y 44 operaciones en otro, lo que representa tan solo un 0,29% y un 0,52% sobre el total", criticó.

Celma también justificó como imputado, como ya hiciera durante su anterior declaración como testigo, el hecho de que no firmara las cuentas anuales de Bankia correspondientes al ejercicio 2011. "Basó su justificación en que la entidad no les había remitido cierta información relativa a activos inmobiliarios y a unos informes sobre la valoración de las acciones de Bankia en BFA", explicó el abogado Andrés Herzog, quien informó que la Fiscalía se limitó a hacer apenas dos preguntas, dejando a la "acusación popular que llevara el peso de los interrogatorios, algo que viene de lejos".

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