Ya es oficial. El Fondo de Reestructuración (Frob) ha tomado la determinación de fusionar sus dos grandes participadas del rescate financiero: Bankia y BMN. Era un secreto a voces, pero desde hoy es una decisión formal de la Comisión Rectora del fondo encargado de distribuir las ayudas europeas entre las entidades con problemas. El Frob dice que seguirá explorando otras alternativas. De hecho, en las últimas semanas se ha sentado con asesores que han planteado la entrada de grandes inversores en el capital de BMN.
De los primeros pasos que dará el Frob será contratar a los bancos de inversión que le van a acompañar en este proceso. Goldman Sachs y Barclays han sido hasta ahora los más activos junto al fondo público en este tipo de operaciones. El primero para la colocación del 7,5% de Bankia en 2014; y la entidad británica para el intento que hizo BMN de salir a bolsa el año pasado. Se prevé que la elección de los nuevos asesores se realice mediante un concurso público.
El anuncio realizado por el Frob ha sorprendido sobre todo ante el momento político actual, ya que es necesario que haya un Gobierno en pleno funcionamiento para prácticamente cualquier alternativa que se elija para las participadas. Una fusión Bankia-BMN tendría que contar con el visto bueno de Bruselas, que probablemente exigiría un mayor esfuerzo en cierre de oficinas y reducción de plantilla, a cambio de aprobar la operación. Para ello, hace falta que haya un Gobierno que negocie con la Comisión Europea (CE).
Otra alternativa, si el desencuentro de los principales partidos sigue como hasta ahora y hay terceras elecciones, sería esperar al 1 de julio de 2017. Entonces, ya no haría falta el visto bueno de Bruselas, ya que Bankia ya no tendrá la limitación de realizar operaciones corporativas.
El Gobierno tiene que pasar por Bruselas si quiere fusionar Bankia y BMN antes del 1 de julio de 2017
Una de las principales complicaciones para avanzar en la fusión es la ecuación de canje. Aunque el Frob tiene un 65% del capital de ambas entidades, no se espera que se realice una integración de tú a tú, sino que Bankia exigirá un descuento sobre los títulos de BMN. De ahí la necesidad de contratar asesores externos que valoren ambas entidades. En este sentido, Bankia señala en su comunicado que “cualquier posible operación de integración se realizará con la finalidad de maximizar el valor del grupo Bankia para todos sus accionistas y, por tanto, optimizar la capacidad de recuperación de las ayudas públicas”. Es decir, que se hará para potenciar la recuperación de las ayudas inyectadas por el Frob, pero sin perjudicar a los actuales accionistas del banco. Aun así, su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, ya señaló que ve sentido en la operación.
Fuentes financieras consultadas por este medio señalan que los inversores que han analizado BMN en los últimos meses han ofrecido valoraciones de alrededor del 30% sobre el valor en libros. O, lo que es lo mismo, en torno a 600 millones de euros por toda la entidad.
Las mismas fuentes añaden que el anuncio hecho público responde a dos circunstancias. La primera, que se acaba el plazo para que el Frob desinvierta en sus participadas. La fecha actualmente estipulada es finales de 2017, que se podría cambiar mediante la modificación de un real decreto, pero mientras no haya Gobierno que lo haga, el Frob tiene que ir dando pasos para cubrirse. Y la segunda, que el difícil entorno bancario -de bajos tipos de interés y elevada competencia- está destruyendo valor, sobre todo en BMN. Por ello, mejor prepararse que quedarse de brazos cruzados, aunque la decisión final vaya a seguir en manos de los políticos.
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