Las previsiones de crecimiento descontrolado del comercio mundial, impulsado entre otras cosas por el e-commerce, pero también por la cada vez mayor interdependencia 'B2B' (de empresa a empresa), han acabado jugando una mala pasada a las navieras mundiales, gigantes con miles de millones de facturación que han entrado en problemas.
Javier Romeu es CEO de TIBA, empresa valenciana de impor-expor que vive de primera mano la situación de sus proveedores navieros que se ejemplificó con la quiebra de Hanjin. "Hoy en día todo viene de China. Las luces LED de esta habitación, la chaqueta que llevamos y el móvil con el que nos comunicamos. La gran mayoría viene por mar. Pero el aumento de capacidad de las navieras ha ido por encima del crecimiento del comercio, y ha hecho que ahora mismo todas pierdan dinero. Con unos costes fijos enormes, tienen que bajar los precios para tratar de llenar sus botes en cada viaje entre Asia y Occidente. Sus ofertas para llenar barcos han hecho que bajen los fletes y se han embarcado en una guerra sin fin".
"Casi todo lo que vemos en esta habitación proviene de China y casi todo ha venido por mar"
Una empresa como la suya, que contrata a las navieras, puede hasta salir beneficiada de esta presión a la baja. Pero quien se está temiendo otro tsunami de incalculables dimensiones es la banca europea en general y alemana en particular. Los estados del norte de Alemania, alrededor del gigantesco puerto de Hamburgo, han dejado unos préstamos valorados en 20.000 millones de euros a las grandes navieras mundiales. Y el impago les amenaza de nuevo.
"Ahora los chinos, indonesios y filipinos compran azulejos valencianos, u otras veces abren un hotel en Macao y necesitan vino español. Todo eso lo enviamos". Por otra parte, compañías como Aliexpress, encargadas casi en exclusiva de importar productos chinos a Europa, están dinamizando día a día el comercio con el 'Dragón Rojo' importando productos de moda, zapatería, juguetería y bisutería en grandes cantidades. Además, también la industria colabora y Tiba mueve "muchos bienes de equipo, mucha maquinaria, mucha constructora e ingeniería" lo que le permite crecer a dos dígitos cada año.
También ocurre en alimentación: "cordero, ajos, piña... los consumidores nos hemos acostumbrado a tomar de todo en todas las épocas del año y esto en su gran mayoría viene del exterior".
En los últimos meses se están acelerando los intentos de salida del sector
Quiebra de Hanjin
La quiebra de la surcoreana puede haber abierto la veda. La séptima del mundo, tenía 132 barcos y ha dejado 5.000 millones de dólares de deuda. Dejó una mercancía sin entregar por valor de 14.000 millones de dólares y afectó a 8.500 clientes. Aunque meses después la situación inicial se fue corrigiendo (en un principio, los puertos ni siquiera querían dejarlos entrar por miedo a no cobrar) la situación aún no está normalizada.
"La situación nos ha costado dinero" -asegura Romeu- pero habíamos ido reduciendo la exposición a Hanjin a lo largo de 2016. La empresa suponía un 0,5% de los contenedores que movemos en España y el 0,3% de los que movemos mundialmente", asegura el directivo valenciano. Otros, sin embargo, no tuvieron tanta suerte: la surcoreana deja damnificados sobre todo en la ruta EE.UU.-Asia. Pero en junio, el propio BCE solicitó supervisión sobre los bancos afectados por préstamos navieros.
"La gran industria no vio venir la quiebra. Esta quiebra ocurrió el 31 de agosto y las consecuencias son que ha habido importadoras que han visto perjudicada su campaña de navidad, porque el que tenía planificado el contenedor no le llegó. Ahora hay bastante miedo en el sector a utilizar financieras de condiciones financieras dudosas". Más quiebras podrían venir de camino.
Un sector tóxico
Informes bancarios reconocen que los préstamos al sector naval, junto con el real estate y el riesgo soberano, son uno de los puntos que más amenazan a los bancos pertenecientes al mecanismo único de supervisión europeo pilotado por el BCE. El sector naviero, espoleado por las previsiones de aumento de demanda causadas por el e-commerce (por ejemplo, con empresas como Aliexpress que están dinamizando aún más la importación de productos chinos a España), se enfrenta a un año donde hay que procesar las fusiones gigantescas que se dieron en 2016.
Considerado en algunos medios "un sector tóxico", las entidades financieras están intentado salir de él en la medida de lo posible. Commerzbank, otro de los principales bancos germanos, ha provisionado 240 millones en este último trimestre mientras que el grupo Oetker también ha vendido sus activos a la naviera danesa Maersk.
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