El multimillonario inversor George Soros ha propuesto a Esther Koplowitz, principal accionista de FCC, un plan alternativo para resolver la situación por la que atraviesa la empresaria debido a la complicada reestructuración financiera personal que está abordando. Se trata de adquirir a Bankia y BBVA buena parte de la deuda que Koplowitz mantiene con estas entidades financieras y que está tratando de refinanciar, por el momento sin mucho éxito.
De esta forma, Soros, que ya intervino en la primera parte de esta refinanciación al adquirir a Koplowitz parte del 3,8% de FCC que vendió para atender compromisos inmediatos relacionados con la deuda, se convertiría en el principal acreedor de la empresaria, cuyas negociaciones con los actuales tenedores de su deuda no marchan por el mejor de los caminos.
Fuentes financieras apuntan que Soros ya ha realizado una oferta a Bankia y BBVA por ese paquete de deuda, que asciende a algo más de 1.000 millones de euros, aunque el movimiento tan sólo sería la primera pata de un complejísimo esquema de refinanciación de la deuda personal de Koplowitz que podría pasar también por un compromiso de participar en la ampliación de capital que FCC llevará a cabo a medio plazo para reforzar sus fondos propios.
Ninguna de las dos entidades quiso hacer comentarios al respecto.
Otra alternativa sería una posible inyección de liquidez de Soros a la empresaria para que ésta acuda a dicha ampliación sin perder el control de FCC, un extremo que es absolutamente prioritario para Koplowitz y al que no está dispuesta a renunciar en ningún caso.
A la búsqueda de socios
Desde hace más de un año, Esther Koplowitz está buscando socios para B 1998, el vehículo a través del que controla su participación en FCC, que actualmente asciende al 50,01%. Las necesidades de liquidez de la empresaria parten de la supresión del dividendo que el grupo de construcción y servicios repartía habitualmente entre sus accionistas y que Koplowitz destinaba a atender los compromisos relacionados con su deuda personal.
Sin embargo, las cuantiosas pérdidas en que ha incurrido la compañía en los dos últimos ejercicios, consecuencia del saneamiento que está llevando a cabo, ha hecho no sólo que Koplowitz se quede sin los cerca de 80 millones de euros anuales que ingresaba por el concepto de remuneración al accionista sino que además no pueda contar con ellos al menos hasta 2016, según los cálculos que se manejan internamente en FCC.
Actualmente, Koplowitz cuenta con un 90% de B 1998, por lo que podría obtener liquidez con la venta de hasta cerca de un 40% de la sociedad sin perder el control de la constructora.
Plazo hasta final de julio para negociar
Sin embargo, la búsqueda de nuevos socios está siendo infructuosa y las obligaciones de pago de la deuda continúan llegando y formando parte de la presión que los acreedores están ejerciendo sobre la empresaria.
Los bancos concedieron a Koplowitz un aplazamiento (stand-still) de estas obligaciones que vence el próximo 31 de julio. Hasta entonces hay tiempo para negociar e incluso no se descarta que, una vez vencido este plazo, las partes se concedan una nueva prórroga.
Según fuentes próximas a las negociaciones, éstas prometen ser largas y tendidas y será complicado que se resuelvan con un simple golpe de efecto.
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