La reciente entrada de Abel Matutes en el capital de Globalia, el grupo turístico controlado por Juan José Hidalgo y que engloba a la aerolínea Air Europa, tendrá segunda parte. El ex ministro de Asuntos Exteriores estudia la posibilidad de incrementar su participación en el grupo tras la adquisición del 5% que protagonizó a comienzos del pasado mes de abril. Con Matutes haciéndose fuerte en Globalia, la compañía incrementaría sus opciones para hacerse al menos con parte de la participación de Bankia mantiene en el holding IAG y para la que busca comprador.
Fuentes del sector señalaron a Vozpópuli que a Matutes se le han abierto varias posibilidades para convertirse en socio relevante de Globalia. Una de ellas la protagoniza el propio Juan José Hidalgo, que ve con buenos ojos la llegada de Matutes al grupo con vistas al futuro de la compañía y a la cuestión sucesoria después de que su hijo Javier haya abandonado el capital de Globalia precisamente al venderle sus acciones al ex ministro, aunque mantiene su cargo como director general.
Otra de las vías que está explorando Matutes para incrementar su presencia en el grupo turístico de los Hidalgo es la bancaria, especialmente la de Banco Popular. La entidad que preside Ángel Ron cuenta con una participación cercana al 10% en Globalia para la que, actualmente, no encuentra ninguna salida.
Obviamente no se trata de un negocio estratégico y, de hecho, en el Popular no saben muy bien qué hacer con ella.
La prueba de que la entidad financiera no apuesta por Globalia es que Juan José Hidalgo no ha contado con su apoyo para las últimas operaciones que ha intentado llevar a cabo, entre otras la adquisición de Orizonia (incluida su aerolínea Orbest, que finalmente ha terminado en manos de Barceló), que se vino abajo en el último suspiro, lo que provocó su suspensión de pagos.
Obstáculos que salvar
De esta forma, Abel Matutes cuenta con otra puerta de entrada a Globalia, a la que la presencia del ex ministro podría abrirle puertas más que interesantes. Una de ellas sería la posible adquisición de, al menos, una parte de la participación que Bankia posee en el holding IAG, que integra a Iberia con su socio British Airways y en breve hará lo propio con la recién adquirida Vueling.
El Gobierno está muy pendiente en particular de esta futura desinversión de Bankia, que busca comprador para la mayoría de las participaciones industriales con las que aún cuenta. Los últimos acontecimientos en torno a Iberia, con el duro plan de ajuste que quería imponer IAG desde Londres y que desembocó en una histórica huelga de diez jornadas completas en la aerolínea española y la posterior intervención del Gobierno vía propuesta de mediación, han llevado al Ejecutivo a convenir que lo mejor es que la participación de Bankia acabe en manos españolas.
“El Gobierno ha visto en primera persona cómo se las gasta Willie Walsh (consejero delegado de IAG). Si no hay un socio español que defienda los intereses de Iberia, el futuro de la aerolínea española puede ser muy complicado”, señalan desde el entorno del sector aéreo.
Alto precio
De hecho, los rumores que apuntaban a Qatar como futuro comprador de la participación de Bankia en IAG se han disipado, una opción que no terminaba de convencer al Gobierno que, además, tiene algo que decir en este asunto toda vez que Bankia es una entidad nacionalizada.
En cualquier caso, no se trataría de una operación sencilla. A precios actuales de mercado, la participación de Bankia en IAG está valorada en el entorno de los 700 millones de euros, de ahí que el planteamiento sea el de tomar un porcentaje de la participación. Otra de las barreras a derribar es la pertenencia de Air Europa a la alianza Sky Team, liderada por Air France-KLM y rival de Oneworld, donde se encuentran englobadas Iberia y British Airways.
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